Plantas anuales que se autosiembran
cada temporada
Del mismo modo que la plantación de bulbos nos dará hermosas flores cada año, la siembra de flores anuales durante el otoño es una inversión para las próximas primaveras.
Hay algo maravilloso en algunas anuales que iniciamos desde semillas, y es que tienen la capacidad de autosembrarse cada año, luego de pasado el invierno, brotarán nuevos ejemplares a partir de las semillas que han caído al suelo la temporada anterior.
Lo impredecible de las flores que se autosiembran, es que podemos lograr jardines informales, desde las pequeñas violas a lo largo de los caminos, a las torres de espuelas de caballero mezcladas entre otras plantas, pasando por hermosas manchas de color de cosmos y nicotianas.
Otra ventaja de las flores que se autosiembran es que nos permite ahorrar en la compra de nuevas anuales y maravillarnos cada primavera con la sabiduría de la naturaleza.
Evidentemente, esta lista de flores que se autosimbran puede variar en función de la crudeza de los inviernos de tu ciudad, este tipo de plantas tienden a ser más fuertes (en lo que a autosiembra se refiere) donde los inviernos son un tanto más suaves.
Las anuales que tienen la capacidad de autosembrarse por excelencia, además de las que te nombré en el párrafo anterior, son por ejemplo:
- La Amapola de california (Eschscholzia californica),
- La Centaurea cyanus, llamada comúnmente aciano o azulejo,
- Las caléndulas (Calendula officinalis).
Además, hay algunas flores que se autosiembran que son las favoritas de muchos como:
- DonDiego de noche o maravilla (Mirabilis jalapa),
- Impatiens Balsamina
- Emilia coccínea o botón de seda,
- La amapola silvestre (Papaver rhoeas),
- La Gypsophila elegans llamada a veces Paniculata, Velo de novia
- La margarita (Bellis perennis)
- Verbena brasileña (Verbena bonariensis)
- Campanas-de-Irlanda (Molucella laevis)
La mayoría de estas flores que se autosiembran prefieren un suelo muy suelto o gravilla para favorecer la germinación, pero algunas se abrirán paso sin problemas incluso a través de los acolchados que podamos haber puesto.
Otras anuales que pueden autosembrarse como las cleome o Nigella damascena (que es llamada comúnmente arañuela, cabellos de Venus, amor en la niebla y demonio en los arbustos) pueden incluso ser demasiado invasivas germinando en grupos casi hacinados si no las controlamos. En estos casos puedes eliminar los excesos de modo que tengan suficiente espacio para desarrollarse correctamente.
Si no eres un jardinero demasiado exigente con el orden del diseño o un obsesivo del deadheading, puedes aprovechar la magia de la naturaleza para tener nuevas plantas cada primavera, incluso, puedes “sacudir” las capsulas de semillas y arrojarlas en los lugares donde quieres que crezcan y solo esperar a que hagan su magia.
Plantando flores que se autosiembran por primera vez
Para comenzar una nueva “colonia de flores que se autosiembran», debemos esperar hasta después de la primera helada de otoño para hacer la siembra inicial. Aflojamos al menos unos 3 cm la tierra y eliminamos las malas hierbas.
El siguiente paso es colocar las semillas mezcladas con un poco de arena en un frasco y agitamos para mezclar bien; la arena facilitará mucho la distribución de las semillas y hace que sea más fácil ver donde han caído.
La proporción entre semillas y arena no es importante e incluso, podemos poner varias semillas diferentes dentro del frasco. A continuación, solo nos queda esparcir la arena en el lugar destinado a la siembra.
Finalmente (salvo para las amapolas que prefieren que no se las cubra) espolvoreamos un poco de sustrato, una rastrillada suave y agua… Listo, a esperar que la naturaleza haga su trabajo.
