¿Tienes dudas sobre cómo desinfectar tu casa al completo y de la forma correcta?
Es posible que tengas claros los procesos en las habitaciones más cotidianas como la cocina o el cuarto de baño, pero lo cierto es que la desinfección de una terraza o de cualquier espacio exterior (como un patio interno) es tan importante como desinfectar la vivienda en su interior, este punto es algo en lo que muchas personas fallan.
Estos son espacios que también se habitan y que se deben proteger de virus y bacterias dañinas para la salud y, aunque no lo creas, también para tus plantas, ya que en muchas ocasiones un problema da lugar a otro hasta terminar produciendo enfermedades vegetales.
Hoy te mostramos cómo desinfectar la casa correctamente sin dejar un solo rincón desatendido.
Limpiar los exteriores para desinfectar bien la casa
Una vez tengas completamente limpias las habitaciones principales como el dormitorio, la cocina o la sala de estar puedes tener la sensación de que tu casa está perfectamente desinfectada.
Nada más lejos de la realidad: el resto de los espacios habitables también requieren de tu atención para una limpieza correcta.
Los ambientes exteriores son los grandes olvidados y a menudo son los responsables de una mala desinfección integral.
Las terrazas
Las terrazas son ambientes en contacto con el aire puro que están permanentemente ventilados. Esto puede crear la falsa sensación de que no necesitan una limpieza tan exhaustiva, pero no se debe olvidar que también están habitadas por nosotros.
Lo ideal en estos casos es aplicar productos que eliminen todo tipo de bacterias y virus cuando se pasa la fregona para acabar con la contaminación en los suelos.
También conviene limpiar con productos desinfectantes en las superficies como las mesas exteriores, las macetas o accesorios como las sombrillas. Y no olvides las herramientas de jardinería, es importante que las desinfectes con agua jabonosa y alcohol luego de usarlas, para evitar transmitir bacterias y virus de una planta a la otra.
Los patios
Los patios pueden tener usos menos habituales, y es muy común que se tengan patios interiores con la única misión de tender la ropa o acciones similares. Estas zonas no hace falta desinfectarlas tan a menudo, pero no conviene olvidarse de ellas.
Una vez cada semana o cada dos semanas se debe aplicar el mismo protocolo que en el resto de la vivienda, para conseguir que los suelos queden libres de contaminación también cualquier otro objeto que se guarde en ellos.
En este caso también haz hincapié en los rincones ocultos, si es un balcón interno sobre todo, suelen estar atestados de cosas y hay lugares que escapan completamente de nuestra mirada.
Los balcones
Los balcones están más en contacto con nosotros de lo que pueda parecer a simple vista.
A menudo nos apoyamos en las barandillas, nos sentamos a comer si cuentan con espacio suficiente o salimos a disfrutar de un poco de sol. De esta forma, llevamos las bacterias a esta zona de la casa tan desapercibida.
Lo más aconsejable es aplicar de nuevo un producto especializado para fregar los suelos, y ocuparse de aplicar desinfectante en las barandillas, puertas o ventanales para dejarlo impoluto al completo.
Los productos correctos
A la hora de limpiar todas estas áreas vas a necesitar una serie de productos que te servirán para todas ellas por igual.
En primer lugar, un limpiasuelos que tenga o bien lejía o bien una fórmula con propiedades desinfectantes.
Por otro lado, para el resto de las superficies bastará con un producto de limpieza general que sea desinfectante. Estos se pueden aplicar directamente con una bayeta sin necesidad de mezclar con agua u otros ingredientes.
Para que aprendas un poco más, la lejía o cloro es lo mas simple, pero hay otros elementos químicos que se utilizan para la fabricación de desinfectantes como bromo, cloraminas, dióxido de cloro, ionización de cobre o plata o peróxido de hidrogeno. Así que cuando elijas tus productos desinfectar los exteriores y los interiores, puedes buscar estos químicos entre los ingredientes.
También hay algunas opciones naturales que nos ayudan en el proceso de desinfección, sobre todo de superficies pequeñas como las macetas, por ejemplo el agua oxigenada, el vinagre, el limón, el romero y el aceite de árbol de té.