Como limpiar las macetas correctamente
A lo largo del tiempo y a través de nuestras actividades de jardinería, sobre todo si nos gustan mucho las flores de temporada, es muy probable que hayamos acumulado una gran colección de macetas y jardineras que ahora están vacías, y probablemente, nos gustaría volver a utilizarlas la próxima temporada.
Evidentemente es una acción aconsejable, aunque a veces puede ser un problema si no nos ocupamos de limpiar bien las macetas (sobre todo si ha existido alguna plaga en ellas) para que las futuras plantas sembradas crezcan sanas y fuertes.
Vamos a aprender cómo limpiar las macetas para volver a utilizarlas.
¿Porque es tan importante limpiar las macetas?
El suelo acumula sales que pueden dañar las plantas y estas sales, se acumulan y depositan en el interior de los contenedores. Además, cualquier enfermedad que haya afectado a las plantas que contenía se puede trasladar a las nuevas plantas que sembremos.
Limpiar las macetas sólo nos tomara unos minutos y el beneficio es incomparable ya que puede mantener nuestras plantas sanas y productivas.
Como hacer la limpieza de las macetas
La mejor manera de limpiar las macetas es en el exterior y durante la primavera antes de la siembra, o en el otoño, después de descartar las plantas muertas o enfermas.
Otra ventaja que tiene el lavado de las macetas, sobre todo si son de terracota o barro, es que al humedecerse, evitan que el sustrato se seque rápidamente sobre todo durante el primer día de trasplante, lo cual es crucial.
Nuestro proceso para limpiar las macetas comienza con la eliminación de la suciedad que se adhiere tanto en la parte interior como exterior de los recipientes. Para ello puedes utilizar un cepillo duro y agua. Si los depósitos de sal se obstinan y no quieren despegarse, puedes raspar suavemente con un cuchillo viejo y volver enjuagar.
Una vez que lavamos las macetas, llena un recipiente bien grande con una parte de lejía diluida en nueve partes de agua. Sumergimos las macetas y las dejamos en remojo durante 10 minutos. Esta acción matará cualquier organismo que provoque enfermedades y que podrían ser persistentes.
Enjuagamos con suficiente agua las macetas de plástico para eliminar cuatro cualquier residuo de lejía y las colocamos al sol para que se sequen al aire libre. Si las macetas son de terracota, las volveremos a sumergir esta vez en agua limpia y dejarlas en remojo durante 10 minutos para eliminar la lejía de los poros del material. También las dejaremos secar al aire libre.
Saber cómo limpiar las macetas para reutilizarlas en el jardín hará que preservemos la salud de nuestras futuras plantas o semilleros y de paso nos ahorrará dinero. Es un buen hábito limpiar cada maceta o jardinera tan pronto como se ha vaciado para reducir la posibilidad de que las plagas se trasladen a un grupo de contenedores cercanos.
Como has podido apreciar, es una tarea que no nos llevará más de media hora y que nos permite recuperar distintos contenedores, independientemente del material en que estén fabricados, para volverlos a usar en nuestro patio o terraza, sin el peligro de que mantengan plagas o enfermedades que lastimarían a nuestras futuras plantaciones.