
En este artículo, hablamos de los fundamentos de la poda, y más concretamente de la poda selectiva que ayudará a proteger la planta, incluyendo los pasos adecuados, las herramientas, los beneficios, etc.
Podar las plantas es algo más que una cuestión de estética. Por supuesto, las plantas bien podadas tienen mejor aspecto, pero es mucho más que eso. Podar tus plantas, al menos cuando lo haces con cuidado, es similar a cómo y por qué recortamos el pelo y las garras de nuestros compañeros caninos o felinos. Es necesario para su bienestar general y evita que desarrollen problemas innecesarios o que dañen involuntariamente a otros.
Beneficios más notables de la poda selectiva:
- Menos daños en los tallos y las hojas.
- Reducción de la propagación de hongos y otras enfermedades.
- Mantenimiento óptimo del crecimiento y el tamaño de nuestras amigas verdes.
- Aumento de la cantidad de luz solar disponible.
- Reduce la competencia con las plantas vecinas, lo que les permite crecer mejor.
- Reduce el riesgo de accidentes y daños en la casa.

Lo mejor es podar regularmente al principio de cada temporada de crecimiento, normalmente a finales del invierno o principios de la primavera. Dicho esto, algunas plantas de interior requieren una poda más frecuente. En cambio, otras plantas, como las coníferas, requieren poca o ninguna poda (aparte de eliminar las partes marrones o muertas evidentes).
Podar las plantas de interior paso a paso
Saber cuándo, dónde y por qué podar tus plantas de interior es esencial. Otra clave es dominar los pasos de la poda de las plantas.
1. Observa con atención tus plantas
El primer paso es observar detenidamente tus plantas. Así encontrarás los problemas que necesitas resolver. Presta especial atención a la forma y la estructura de cada planta y anota cuántos tallos debes considerar eliminar.
Vigila también si hay hojas y tallos dañados, enfermos o moribundos. También querrás anotar dónde te gustaría que se produjera el nuevo crecimiento.
2. Reúne las herramientas adecuadas
El segundo paso es reunir las herramientas adecuadas para el trabajo.
Para la mayoría de las plantas de interior, bastará con unas tijeras afiladas. Sin embargo, si tienes árboles de interior con tallos leñosos, necesitarás tijeras de podar.
Además, en algunos casos puede ser ventajoso usar guantes de jardinería para tu propia protección: algunas plantas tienen espinas afiladas. Algunas plantas, como los ficus y las euforbias, tienen una savia blanca irritante que no debe permanecer en la piel. Lleva también una botella de agua en spray cuando te acerques a estas plantas: un chorro de agua puede ayudar a coagular la savia y evitar que se extienda.
3. Elimina las hojas y ramas amarillentas, dañadas y muertas

En primer lugar, elimina todas las partes muertas: hojas, ramas, etc.
La planta ha abandonado estas partes y ya no le son útiles. Puedes eliminar las partes muertas en cualquier época del año.
Si se trata de raíces podridas, desentierra la sección afectada y retírala, vuelve a plantar la planta, pero deja la tierra seca durante algún tiempo antes de regar para que las heridas de las raíces puedan curarse.
4. Elimina las flores marchitas

Una vez más, no hay una temporada específica para esta poda: puede hacerse en cualquier momento del año, dependiendo del calendario de floración de tus plantas. Asegúrate de eliminar no sólo las flores marchitas en sí (pétalos, corolas, etc.), sino de cortar todo el tallo que las une a la planta, lo más cerca posible del tallo primario.
5. Haz la Poda principal
Ahora llegamos a la poda principal y no puede ser más fácil. Sólo tienes que cortar cada uno de los tallos que quieras eliminar en la base, donde se une a otra rama. Es fácil, ¿verdad? Si has seguido el primer paso, la Observación, ya sabrás qué quieres podar y qué quieres dejar.

Así que tómate tu tiempo antes de hacer el primer corte. Una vez que lo haces, no hay vuelta atrás. Además, evita eliminar más del 25% de la planta a la vez, a menos que quieras forzar una planta para que rejuvenezca completamente.
Si cortas las ramas sanas, considera la posibilidad de guardarlas para utilizarlas como esquejes para producir más plantas. Las ramas muy dañadas, enfermas o infestadas de insectos deben quemarse o desecharse; nunca añadas estos tallos al compost.
6. No dejes de hacer un Seguimiento
La mayoría de las plantas más o menos sanas se recuperan de la poda en unos días o unas semanas. Pero, si tus plantas tardan un poco más, no hay que preocuparse. Algunas plantas experimentan niveles de shock más altos que otras y se recuperan más lentamente.
Sigue cuidando tu planta como de costumbre, incluyendo el riego, el abono y la luz adecuada: un buen cuidado le ayuda a recuperarse.
7. Consideraciones especiales
Algunas plantas de interior no necesitan nunca una poda, salvo para eliminar las hojas muertas y, si las hay, las flores gastadas. Las orquídeas y los pinos de Norfolk son dos de esas plantas. Si podas estas especies, corres el riesgo de dañarlas permanentemente o incluso matarlas.
Si cultivas especies poco conocidas y raras, puede valer la pena investigar si toleran la poda. Pero la mayoría de las plantas de interior son muy receptivas a una poda cuidadosa.

Las plantas de interior trepadoras son otra categoría de plantas domésticas que requieren consideraciones especiales. Estas especies tienden a crecer de forma algo exagerada y desordenada, con largos tallos que corren por todas partes, sobre todo cuando gozan de buena salud.
Por tanto, a medida que crezcan, no dudes en cortar los tallos que desborden su espacio útil o invadan las plantas vecinas. Además, la poda ocasional en verano e incluso en invierno también puede ayudar a promover una buena salud y un crecimiento óptimo.
Proteger las plantas de tu jardín y la propiedad mediante la poda de árboles

En general, la poda de las plantas de exterior se hace de la misma manera que la de las plantas de interior, siendo la mayor diferencia la poda de los árboles por motivos de seguridad.
Los árboles son probablemente la parte más peligrosa de tu paisaje, aunque ese pensamiento nunca se te haya pasado por la cabeza.
Tomarse el tiempo de podar los árboles adecuadamente ayuda a reducir los daños estructurales de tu casa, especialmente en el tejado, los canalones y las ventanas. Los fenómenos meteorológicos intensos, como los vientos fuertes o las tormentas eléctricas severas, pueden hacer que las ramas debilitadas se desprendan y golpeen un vehículo o causen lesiones. En algunos casos, la poda incluso evita que se produzcan daños en la propiedad de tu vecino. Además, mantener los árboles bien podados reduce las plagas, como las ardillas, al eliminar parte de su hábitat potencial.
Además de evitar costosas reparaciones y visitas al médico, el mantenimiento adecuado de tus árboles prolongará su vida y reducirá el riesgo de que las infecciones se extiendan a las partes sanas. También reduces el riesgo de que se instalen plagas.
Tras la poda, se dirige más energía tanto al nuevo crecimiento como a las ramas sanas. También puede penetrar más luz en la copa, lo que también favorece la salud general del árbol.
Puedes aprender más sobre la poda de arboles aqui
Unas palabras finales sobre la poda selectiva
La poda de tus plantas, tanto para su protección como para la tuya, requiere poco tiempo y esfuerzo una vez que entiendes lo que estás haciendo y por qué. Con un poco de repetición, no parecerá más misterioso o complicado que regar el jardín o cortar el césped. Sin embargo, los beneficios de la poda selectiva superan con creces el pequeño esfuerzo que requiere aprender a hacerla bien. ¡Espero que este artículo te ayude!
¿Tienes algún secreto para la poda selectiva que quieras compartir con los lectores del blog? Tus ideas son bienvenidas en la sección de comentarios de abajo.
