Enfermedades

¿Cuáles son las enfermedades de las plantas? Los problemas de las plantas tambien incluyen enfermedades, éstas pueden ser provocadas por diferentes organismos y pueden atacar solo un sector o la planta entera. A continuación podremos entender que son y por que se producen las enfermedades de las plantas y, por supuesto, como prevenirlas y combatirlas. […]
enfermedades de las plantas

Redacción: Silvana M

Actualizado: 26/01/2023

¿Cuáles son las enfermedades de las plantas?

Los problemas de las plantas tambien incluyen enfermedades, éstas pueden ser provocadas por diferentes organismos y pueden atacar solo un sector o la planta entera. A continuación podremos entender que son y por que se producen las enfermedades de las plantas y, por supuesto, como prevenirlas y combatirlas.

enfermedades de las plantas

¿Qué es una enfermedad en las plantas?

La mayoría de las enfermedades de las plantas están causadas por hongos, por bacterias, por virus o algún microorganismo. A menudo, penetran en la planta a través de una herida. Una vez dentro, crecen y se multiplican y, tarde o temprano, la planta empieza a mostrar síntomas, incluso puede morir.

A veces, Somos nosotros mismos los que preparamos sin querer una enfermedad al adquirir o utilizar un material infectado.

Tipos de Enfermedades de las plantas

Los agentes patógenos u organismos causantes de las enfermedades más frecuentes en cualquier jardín son los hongos y los virus, a los que hay que añadir unas cuantas enfermedades de origen bacteriano y micoplásmico.

Enfermedades fúngicas

Las enfermedades de esta categoría vienen causadas por unos hongos extraordinariamente pequeños, pero visibles a una simple vista, como es el caso del mildiu, el oídio, el manchado de las hojas de origen fúngico y la roya.

Los hongos que infectan a las plantas poseen unos filamentos microscópicos que crecen hasta formar unas estructuras visibles al ojo humano. Pero las primeras señales de infección serán unos puntitos, podredumbre o tallos que se marchitan; le sigue el característico mildiu, moho, etc.

Los hongos no son capaces de fabricar sus propios nutrientes y deben ser mantenidas por la planta. Normalmente, los hongos producen esporas que se diseminan por el aire, la lluvia o las salpicaduras de agua o, en menor medida, gracias a los insectos o a las semillas. Las esporas necesitan humedad para germinar, por eso, las enfermedades por hongos (por ejemplo el Mildiu y los mohos) son mucho más graves cuando el clima es húmedo.

Muchos hongos además producen cuerpos latentes que aguantan períodos de sequía o de frío, permaneciendo en la tierra hasta que «detectan» unas condiciones mejores o una planta susceptible y, entonces, liberan sus esporas.

Las enfermedades degenerativas persisten de año en año en los brotes infectados, y la antracnosis del rosal por ejemplo, permanecerá en las hojas caídas, infectando de nuevo los rosales en primavera.

Unas cuantas de estas enfermedades fúngicas son sistémicas, es decir, afectan al conjunto de la planta, si bien la mayoría se circunscribe a determinadas partes de la misma.

Los hongos de mayor tamaño, aquellos que desarrollan los cuerpos fructíferos claramente visibles, como las setas del césped o los hongos cornisa, son mucho menos habituales, pero pueden resultar tremendamente dañinos.

Enfermedades víricas

Los virus son unas partículas sub-microscópicas, es decir, resultan invisibles incluso con la ayuda del microscopio normal, por lo que para observarlos es preciso recurrir a uno electrónico.

Los síntomas que provocan suelen ser, sin embargo, fáciles de detectar, como es el caso de la aparición de manchas amarillas en las hojas.

Son sistémicos, por lo que se hallan presentes en toda la planta afectada, pero los síntomas pueden limitarse a una sola parte de la misma o bien variar de una parte a otra.

Las enfermedades causadas por virus pueden darse solas o acompañadas de otras infecciones víricas; en esos casos, resulta imposible identificar con precisión los síntomas por separado.

Los micoplasmas son también de tamaño sub-microscópicos y son parecidos a los virus aunque mucho menos habituales.

Enfermedades bacterianas

Las infecciones bacterianas pueden provocar toda una serie de síntomas, según las bacterias. La podredumbre de los tejidos blandos, como los bulbos y rizomas, acompañados de un típico mal olor está a menudo causada por bacterias.

Los problemas causados por este tipo de enfermedades suelen ser bastante localizados, pero, como provocan una rápida deterioración de los tejidos de la planta, su efecto puede ser devastador.

En algunos casos las bacterias se manifiestan bajo la forma de una eflorescencia, tal como sucede en los árboles afectados con el chancro bacteriano o el fuego bacteriano. Este último, que afecta sobre todo a las plantas de la familia de las manzanas y las peras, es propagado por insectos que transportan la bacteria de flor en flor.

Otras enfermedades bacterianas son preparadas por el aire, la lluvia o las salpicaduras de agua.

Cómo se propagan las enfermedades en las plantas

La mayoría de las enfermedades fúngicas se propagan de una planta a otra, o bien, dentro del mismo ejemplar mediante esporas, a veces lo bastante grandes como para poder ceder a simple vista. Tanto el tipo como el tamaño y cantidad de las mismas varía en función del hongo implicado, y suelen desplazarse por medio de corrientes de aire o gotas de lluvia.

Las bacterias se propagan de una manera muy parecida, aunque es cierto que hay algunas enfermedades que transmiten los animales, como es el caso de los insectos que van de una planta la otra.

Las enfermedades que tienen su origen en el suelo suelen propagarse por medio de las partículas de la tierra o bien de la humedad. Algunas, como la causada por Phytophthora, cuentan con unas esporas que se propagan por sí solas a través del agua, las zoosporas.

El clima condiciona la propagación y el desarrollo de las enfermedades y, por lo general, una planta húmeda no sólo es más proclive a caer enferma, sino que una vez infectada la propagación de la enfermedad es mucho más rápida.

El medio de propagación más habitual en el caso de las enfermedades víricas es el contacto con la savia de una planta infectada por medio de las tijeras de podar, las heridas físicas o los injertos, entre otras causas. Y es que, de hecho, para contaminar un huésped sano basta incluso con tocar con las manos la planta afectada, como por ejemplo al dividir una mata.

Hay algunos virus que se transmiten a través de diversos organismos e insectos, entre los que destacan los chupadores de savia como los pulgones, los saltahojas y los nematodos. Por último, hay también virus que nacen en el interior de las semillas.

El aumento de la vulnerabilidad

Una planta que ha sufrido un severo ataque de oídio, por poner un ejemplo, y ha perdido, por consiguiente, una buena parte de sus hojas, queda seriamente expuesta, sobre todo si dicha enfermedad se ha contraído durante varios años seguidos, por lo que resulta mucho más vulnerable al ataque de otros agentes patógenos, como los responsables del manchado de las hojas o la armilaria color de miel, listos siempre a cebarse en plantas ya estresadas.

De igual modo, un manzano que haya sufrido el ataque de la polilla es mucho más proclive a contraer la podredumbre parda, que penetra precisamente a través de la piel rasgada de los frutos.

Es conveniente recordar una vez más que tanto unas condiciones de cultivo inadecuadas como unas temperaturas demasiado extremas, así como los probUnlemas asociados a la carencia de alguna sustancia nutritiva o la fitotoxicidad, suelen disminuir las defensas naturales de las plantas a la hora de combatir las infecciones y el desarrollo de las enfermedades.

Lista de Enfermedades de las plantas

  • Botritis o Podredumbre gris
  • Roya
  • Mildiu
  • Oidio
  • Amarronamiento de las coníferas
  • Caída de plántulas o Damping-off
  • Negrilla o Fumagina
  • Bacteriosis
  • Virosis
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