Los invernaderos sin dudas pueden ser estructuras hermosas y sobre todo útiles que complementan cualquier jardín o a cualquier jardinero. Y hay un mundo de posibilidades, desde pequeños mini-invernaderos hasta grandes invernaderos vidriados con complejos sistemas de ventilación, humedad y temperatura.
Construir un invernadero
¿es una buena idea para tu jardín?
Días pasados, leyendo a un colega que tiene un blog de plantas y jardinería me di cuenta que aún no había escrito nada sobre este tema en mi página y es por ello que me decidí a hacerlo, pero desde la perspectiva que mira si te conviene o no invertir el dinero (que no es poco) en construir un invernadero en tu jardín, para ello, vamos a transitar sobre los tipos de invernaderos que podemos elegir y los requisitos para que realmente puedan considerarse invernaderos, como así también, las ventajas y desventajas que tienen. ¡Comencemos!
¿Cuál es la finalidad de un invernadero?
Los invernaderos nos sirven como una especie de escudo entre las condiciones de la naturaleza y nuestros cultivos, ya sea que se trate de hortalizas, hierbas o flores; de este modo nos permiten extender y mejorar las estaciones de crecimiento. Los invernaderos proporcionan un refugio contra los excesos tanto de frio como de calor, del viento, la nieve, las plagas, etc.
Para el planeta, la frase “efecto invernadero” tiene una connotación negativa y de hecho es un grave problema, pero a nivel “jardinería” lograr un efecto invernadero es muy positivo ya que permite que nuestras plantas no tengan que adaptarse a cambios bruscos de temperatura y también nos permite cultivar especies, que sin este ambiente controlado, no sobrevivirían.
La idea de la mayoría de los invernaderos es mantener el calor en zonas donde el frío termina matando nuestras plantas, la estructura impide que el calor se escape a la vez que las paredes vidriadas dejan pasar la luz solar que calienta el aire, irradia calor y da luminosidad a nuestras plantas.
En otros casos, cuando el exceso de calor es el problema, un invernadero con un mecanismo de enfriamiento, nos permite mantener un clima templado dentro de la estructura.
Tipos de invernaderos
Qué tipo de invernadero es ideal para ti, dependerá de dónde vives y de qué es lo que deseas cultivar. Los invernaderos se clasifican a través de muchas variables, pero una de las más determinantes es la temperatura, a través de esta variable y considerando el rango de temperaturas obtenidas dentro de la estructura, podemos dividir los invernaderos de la siguiente forma:
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Invernaderos Fríos: (Temperatura bajo cero)
Si bien proporcionan una protección para las plantas, las temperaturas aún pueden disminuir por debajo de cero grados ya que este tipo de invernaderos no tienen una fuente de calor adicional instalada. El propósito de las “casas frías” es sobre todo extender la temporada de crecimiento durante la primavera, lo cual permite hacer siembras tardías.
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Invernaderos Frescos: (Temperaturas entre 7 y 10 º C)
Este tipo de invernadero mantendrá siempre las temperaturas por arriba de los cero grados y nos permite cultivar especies que no toleran el frío.
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Invernaderos Cálidos (Temperaturas de 13 a 14 º C)
Nos permiten cultivar una gama mucho más amplia de especies que no toleran el invierno.
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Invernaderos Calientes (temperaturas por encima de los 15 º C)
Los invernaderos calientes se utilizan usualmente para cultivar especies tropicales que no podrían sobrevivir de otro modo en nuestra zona. Tienen la finalidad de agregar calor suplementario al ambiente.
Dentro de cada uno de estos tipos, hay muchas otras consideraciones, algunas muy sencillas y otras muy complejas, por ejemplo, hay invernaderos con complejos sistemas tecnológicos que controlan no solo la temperatura, sino también los niveles de humedad ambiente o tienen complejos sistemas de riego y ventilación instalados.
Los invernaderos también pueden clasificarse o evaluarse en función del diseño, los hay tradicionales (con un bastidor), con cúpulas, góticos, Quonset o aquellos que aprovechan una pared de la casa o garaje.
Y si hablamos de materiales, para un jardinero urbano las opciones son ilimitadas y lo cierto es que la mayoría de las veces los elegiremos en función de su costo más que de su estética. Todos estos materiales, tienen obviamente sus ventajas y desventajas.
- Opciones para el soporte o marco:
Madera (que se pudre con facilidad), aluminio, hierro y plástico. Algunos tienen aleros planos y otros curvos. - Opciones para la cobertura:
Vidrio (que es más caro pero tiene una duración más larga y ni hablar de lo bonito que se ve), fibra de vidrio (que puede decolarse), plástico (a pesar de ser barato también es eficaz), polietileno de doble capa (debe reemplazarse cada 2 o 3 años) y acrílico (que lamentablemente es carísimo). - Opciones para el control ambiental:
Estos sistemas tienen un impacto directo en el presupuesto. Los controles automáticos evidentemente son los mejores, pero también los más caros. Sin embargo, sin duda nos permiten un control infalible de las condiciones ambientales y nos ahorran muchísimo tiempo.Aquí encontramos sistemas de calentamiento (que van desde el calor radiante hasta sistemas de vapor, pasando por tuberías de calefacción bajo el suelo) y sistemas de riego. Algo que nunca debemos olvidar cuando estemos pensando en construir un invernadero, es planificar correctamente los sistemas de ventilación, ya que de ellos depende en gran parte la salud de nuestras plantas.
Ahora sí, algunos pros y contras
Luego de habernos sumergido en la cantidad de opciones e información disponible acerca de los tipos de invernaderos que podríamos construir en nuestro jardín, hablemos de algunos de los pros y los contras para evaluar si es la decisión correcta o no.
Los beneficios de un invernadero:
- Nos permite cultivar una huerta más eficientemente
- Mayores posibilidades de éxito en semilleros y trasplantes
- Flores frescas durante todo el año
- Un espacio adicional del hogar, el cual podremos disfrutar a pesar del frío del invierno
- Nos permite cultivar especies (sobre todo tropicales) que de otro modo no tendrían ninguna posibilidad de ni siquiera de germinar.
- Nos olvidamos de la lucha con animales como ardillas, ratones, etc…
- Agregar belleza y atractivo visual al paisaje al tiempo que haces lo que más te gusta a pesar del clima.
Las desventajas de un invernadero:
- Puede llegar a ser muy costoso de construir
- También pueden ser costosos los sistemas de calefacción y aireación.
- Requiere de vigilancia, cuidado y mantenimiento constante.
- Es muy posible que aumenten las facturas de electricidad y agua
- A veces, dependiendo el espacio, pueden perjudicar la estética de un jardín, sobre todo si tenemos un bajo presupuesto.
Colocar invernaderos en los jardines puede ser caro o barato, pueden ser de vidrio o de plástico, pueden parecer una casa de cristal o simplemente servir a un propósito práctico, pero en última instancia, la decisión de construir un invernadero en tu jardín debería regirse más por si te va a simplificar la vida o te la va a complicar.
Y tú, ¿qué piensas? ¿Crees que es útil un invernadero en el jardín a pesar del costo? ¡Cuéntamelo en los comentarios!
