El tamarisco (tamarix), es un hermoso y muy decorativo arbusto alto o árbol pequeño, con abundante floración, con finas y elegantes ramas, se encuentra a menudo a lo largo de las costas mediterráneas.
Fácil de cultivar y resistente a las enfermedades, ofrece un atractivo colorido a su jardín en días soleados.
Un hermoso arbusto con una rama espesa, el tamarisco pertenece al género Tamarix que tiene unas cincuenta especies; es de la familia de Tamaricaceae.
El porte puede ser tupido, redondo y un poco llorón. Nace naturalmente en el sur europeo, sobre una gran parte de la costa, tanto en el Atlántico como en Bretaña. Crecido como un árbol, tiene por lo general 2 o 3 m de ancho y puede alcanzar de 4 a 8 m de altura.
En primavera o verano y otoño, dependiendo de la variedad, sus ramas están literalmente cubiertas de pequeñas flores, la mayoría de las veces de color rosa pálido (pero también más o menos oscuro), agrupados en mazorcas más o menos densas y más o menos largas y caídas.
En el tamarix de primavera, la floración aparece antes que las hojas y en casi toda la longitud de las ramas.
Su follaje, de color verde suave y caducifolio, está compuesto por numerosas y muy pequeñas hojas alternas en ramas alargadas, delgadas y flexibles. Desde la distancia, se parece un poco al follaje de algunos enebros pero no pica. Este follaje es más denso en el tamarisco de primavera.
Rústico (aguanta bien el frío), robusto, decorativo y además, requiere poco cuidado.
Son pequeños árboles resistentes al viento, permiten formar encantadores macizos y hermosos setos junto al mar.
Cultivado de forma aislada en un jardín, un tamarisco o tamarix es siempre con un hermoso efecto visual y le da un toque mediterráneo a cualquier lugar.
Además, su crecimiento en buena exposición es rápido, independientemente de la naturaleza del suelo.
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