Todo acerca de podar las plantas
Cuando hablamos de la poda de las plantas, nos referimos normalmente a los árboles y a los arbustos, en definitiva, a las plantas leñosas o semi leñosas, aunque también muchas veces utilizamos el término para referirnos a la poda de las plantas de interior, aunque en este caso yo preferiría utilizar el vocablo «Recorte«.
En las próximas líneas, encontrarás toda la información que necesitas para aprender sobre los distintos tipos de poda, cuando se realizan, como hacerlo y mucho más. Recuerda que cada tema te da la opción de profundizar en el mismo.
¿Por qué hay que podar?
Podar las plantas sirve para muchas cosas:
- Al eliminar las partes muertas, enfermas y dañadas, se mantiene la salud de nuestras plantas.
- Al cortar los tallos mal colocados y darle forma nueva a las plantas, al eliminar los brotes que rompen su simetría y contorno, también se mejora su aspecto.
- Además, algunas podas manipulan el crecimiento y aumenta la producción de frutos y flores, el tamaño, intensifican el color de las hojas o estimulan la producción de tallos jóvenes y decorativos.
Muchas plantas no necesitan podarse cada año. Si no estamos seguros, lo mejor es esperar un año y observar su crecimiento: Si produce brotes vigorosos, habrá que podarlas ligeramente o nada en absoluto. Si crece lentamente, y con buena forma, puede que no necesite podarse en años. Algunas plantas alcanzan la plena madurez sin podar, salvo los tallos muertos, mal colocados o dañados.
Para un crecimiento sano
Hay que eliminar enseguida cualquier tallo muerto, enfermo o dañado, ya que pueden provocar un mayor deterioro a la planta. Hay que cortar la madera enferma, justo por encima de un brote, para que la planta crezca sana.
Los tallos muertos: deben eliminarse de inmediato, ya que albergan organismos dañinos que pueden provocar una enfermedad.
Para evitar que la enfermedad se extienda, hay que quemar los restos de poda o desecharlos en el lugar correcto. La madera dañada por heladas, viento, etc., debería ser eliminada o utilizada para compost. La madera muerta, también, salvo que muestran una señal de enfermedad.
Las ramas cruzadas que se rozan provocarán una herida y aumentarán la posibilidad de infección en la planta.
También hay que podar los brotes verdes de las plantas variegadas, ya que son más vigorosos y dominarán toda la planta.
Los chupones y los brotes no deseados, sobre todo los que crecen debajo de la unión de Injerto, deben eliminarse.
Para mantener el tamaño pequeño de las plantas
A la mayoría de las plantas no les afecta perder unos cuantos tallos o ramas y hasta una poda fuerte, dentro de lo razonable, no suele ser nunca mortal. Conocer la respuesta de las plantas a las podas nos ayuda a anticipar de qué manera rebrotarán las plantas después. También hay que observar su crecimiento en todas las estaciones. Por ejemplo, ¿rebrotan de manera arbustiva o producen brotes largos y erguidos? Este conocimiento nos orientará sobre cómo y cuándo podar.
El crecimiento arbustivo suele indicar brotes apicales que ejercen un control débil sobre los demás, situados por debajo de ellos. Al ser podados, habrá menos brotes laterales y será menos probable que uno de ellos se convierta en dominante. La mayoría de los arbustos pequeños, como los hebes, se comportan así al ser podados.
Cuando una planta posee un brote apical potente, se desarrollan portes más sueltos. Producirán menos ramas pero más fuertes que las plantas con un brote apical de dominancia débil. La poda dará lugar a un gran número de brotes más abajo en el tallo y uno de ellos enseguida se hace con el control sobre los demás. El Lilo es un buen ejemplo.
Aunque algunas plantas rebrotan rápidamente tras una poda, serán más pequeñas que las que se dejan sin podar.
La ruptura del equilibrio entre el tamaño de las raíces y el de la parte aérea tras una poda estimula a la planta para intentar recuperarlo. El resultado es la producción de más brotes, a menudo desde la parte inferior, dándole un aspecto más arbustivo que alto.
También, puede que reduzca la extensión del sistema radicular. Eso explica porque una poda ligera produce un rebrote mucho menos vigoroso que uno fuerte. Pero, a pesar de esto, no se aconseja mantener una planta pequeña simplemente a base de poda.
Para modificar la forma de crecimiento
Cuando queremos dar una forma especial al follaje ya sea de un árbol o de un arbusto, incluso de una herbácea, la poda se vuelve imprescindible, ya que mediante el corte, podremos cambiar la forma en que las ramas y tallos crecen.
Como modifica la poda el crecimiento
Los brotes de las puntas de las ramas se llaman «brotes apicales» y poseen unos poderes increíbles.
Contienen sustancias químicas que evitan que salgan brotes laterales más abajo, haciendo que un brote domine sobre el resto. También, contraerán el desarrollo de flores y frutos, y el flujo de nutrientes.
Al cortar el brote apical, se provoca un gran cambio en la planta al desviar la energía hacia los brotes laterales latentes que empiezan a crecer. Por eso, la eliminación de estos brotes estimula el crecimiento arbustivo.
Cuándo podar
Como regla general, las plantas que florecen al final del verano y en el otoño sobre los tallos del año en curso, deben podarse al comienzo de la primavera.
Las plantas que florecen en primavera y el comienzo del verano sobre los tallos del año anterior deberían ser podadas después de florecer para que así los nuevos tallos tengan tiempo de madurar antes del invierno.
Para renovar la mayoría de los árboles y arbustos caducifolios, hay que podar en invierno, con las plantas en estado latente. La mayoría de las perennes se podan en primavera, justo cuando se reanuda el crecimiento.
- La poda de plantas caducifolias en invierno se traduce en un vigoroso rebrote en primavera.
- Podar en primavera y el comienzo del verano produce un crecimiento más comedido
- podar en verano reduce la cantidad de hojas y los recursos alimenticios de la planta.
Cómo podar
Antes de podar, hay que mirar bien las formas de la planta para saber cómo hacerlo. Primero hay que observar donde se junta la madera vieja con la nueva. Se sigue el tallo desde la punta hasta encontrarnos con la madera del año anterior, de aspecto diferente (mira el cuadro más abajo). La poda implica reducir la madera vieja o eliminar las ramas más viejas y la distinción es importante.
Después, hay que observar el porte de la planta y cómo ha reaccionado a anteriores podas o recortes. También, hay que tener en cuenta el potencial de rebrote. Hay que buscar brotes laterales: los más cercanos al corte de la poda son los que más probabilidades tienen de crecer.
La posición de los brotes también es importante. Hay que intentar imaginarse la dirección en la que van a crecer los brotes y podar hasta los que miran hacia fuera. Pero también hay que tener en cuenta que muchas plantas poseen brotes ocultos que únicamente se desarrollarán tras una poda. Los Sauces (Salix) son un ejemplo: se pueden podar aunque no exista ningún brote evidente hasta dónde cortar.
Identificar los brotes
Los brotes que producen flores son diferentes de los que producen hojas o yemas, y conviene reconocer cada uno de los tipos antes de podar.
Los brotes florales suelen ser mucho más gruesos. Al podar hasta un brote floral, no se conseguirá un rebrote y es una buena manera de reducir el crecimiento de la planta. Al eliminar los brotes foliares, la floración se detiene al final de la yema.
Al podar hasta un brote foliar o uno floral, se elimina el brote apical que hay por encima y que impedía su desarrollo, y eso dará lugar a un nuevo tallo o una nueva hoja.
Al podar hay que utilizar herramientas limpias y afiladas, y llevar siempre guantes: las tijeras de podar pueden ocasionar graves lesiones a unas manos desprotegidas los grandes trabajos de poda, si no tenemos el suficiente conocimiento, hay que dejarlos para los profesionales.
Cómo podar los tallos
Al podar tallos hay que hacer cortes limpios que no rasguen el tejido de la planta. Además, los cortes deben ser lo más pequeños posibles porque curarán rápidamente, reduciendo así el tiempo que la planta está expuesta a una infección. Los cortes deben hacerse justo encima de un brote o en la horquilla de un tallo y un brote lateral.
Brotes alternos
Las plantas con brotes que se disponen de manera alternada a lo largo del tallo se podan con un corte sesgado. Se elige un brote colocado en la dirección en que queremos que crezca una yema, se coloca la parte superior de la cuchilla justo por encima del brote y la parte inferior justo detrás. Este corte inclinado asegura que la lluvia se escurra por el brote, evitando que se pudra.
Brotes opuestos
Cuando los brotes se sitúan en parejas a lo largo del tallo, no se puede realizar un corte sesgado sin arrancar algún brote. En su lugar, se realiza un corte en ángulo recto, justo por encima de una pareja de brotes. Con ello conseguiremos que crezcan ambos brotes.
Por qué podar hasta una yema joven
Existen dos razones para podar un arbusto hasta la madera joven.
- Primero: se eliminan los tallos viejos e improductivos.
- Y segundo: en el caso de las plantas que florecen sobre los crecimientos nuevos, asegura que toda la energía se concentra en ellos.
La madera nueva suele ser más clara y los tallos más delgados y flexibles que la madera vieja. Los tallos jóvenes crecen de brotes laterales o una yema.
La madera vieja se elimina con un corte limpio por encima del tallo nuevo. El corte debe ser sesgado para que la lluvia no se acumule en la madera nueva, pudriéndola.
Por qué recortar hasta la base
Los arbustos saturados pueden aclararse podando algunas tallos viejos hasta la base. Así, también se estimulará el crecimiento de tallos nuevos, más productivos. Algunos arbustos de floración tardía se podan muy bajos para estimular el desarrollo de nuevos tallos.
Los tallos débiles se cortan en la base de las plantas con múltiples tallos, como Viburnum x bodnantense. Pronto brotarán nuevos tallos. Si la planta ha crecido en exceso y florece poco, hay que cortar todos los tallos.
Para conseguir una estructura baja, hay que podar todos los tallos a comienzos de la primavera si la planta florece a mediados del verano hasta el otoño, como en el caso de la hydrangea paniculada.
Cómo serrar una rama
Los árboles y arbustos grandes que desarrollan ramas mal colocadas deben podarse con cuidado. Si se sierra la rama desde la base, el peso puede que la haga caer antes de terminar de cortar.
En este caso, hay que hacer dos cortes: uno en la parte de abajo y un segundo corte justo por encima. Si la rama es pesada, se acorta por etapas para aligerarla antes de podar.
Los distintos tipos de poda
A través de tu estudio de la jardinería, te cruzarás muchas veces con términos relacionados a la poda que se refieren a las diferentes técnicas.
La decisión del tipo de poda a aplicar dependerá de si la especie es vegetal o arbórea, de la necesidad ya sea recolección, formación o mantenimiento y de la edad y el tamaño del árbol o planta.
Pero más allá de la forma de podar un ejemplar en concreto, en esta sección voy a hablarte de las técnicas de poda más comunes que se utilizan. Recuerda que puedes profundizar en aquellas que te interesen.
Poda suave o poda racional
Éste es el método de poda más utilizado por los jardineros desde hace varios años.
Se trata esencialmente de una poda de mantenimiento, que se realiza con regularidad, y que tiene por objeto controlar el desarrollo del árbol o planta.
La atención se centra en el volumen y siempre se deja un número suficiente de cogollos. Los cortes se hacen en ramas de menos de 5 cm de diámetro, lo que permite una rápida cicatrización.
Poda de formación
La poda de formación se realiza en arbustos recién plantados y árboles jóvenes.
El objetivo es que la planta arraigue y crezca bien, para que crezca sin causar molestias.
Para la parte aérea, consiste en entutorar, pero sobre todo en quitar las ramas que estorban. Se trata de una poda de orientación.
La poda de formación te permite dar una forma determinada si ése es el efecto deseado (bola, espaldera, punta, sombra baja, etc.). El arte topiario es una poda de formación típica.
Poda de rejuvenecimiento
Esta poda se realiza cada 7 u 8 años en los arbustos que responden bien a ella. Puede hacerse a lo largo de 2 años para las especies frágiles. Consiste en recortar los tallos principales a 40 cm del suelo y eliminar todos los demás.
Se seleccionan los brotes y ramas más sanos y vigorosos para crear un nuevo armazón. Un abono ayudará a la planta a recomenzar con buen pie.
Poda de fructificación
La poda de fructificación o poda de púas frutales te permite obtener más frutos y de mejor calidad en árboles frutales y arbustos. Debe controlarse regularmente cada año en los árboles frutales. Si la poda no se ha hecho con regularidad, es más difícil rehabilitar el árbol.
La poda de fructificación consiste en seleccionar y reducir brotes y yemas (hay yemas de fruto y yemas de madera). También se eliminan las ramas demasiado altas e inaccesibles para la recolección, así como las ramas mal formadas o lesionadas.
Se trata de favorecer las ramas que se dirigen hacia el exterior: son las que darán fruto. Algunos «gourmands» se lastran para que se doblen hacia atrás. Los distintos tipos de poda de los árboles frutales responden a las exigencias de cantidad o calidad.
Poda de selección
La poda de selección consiste en ralear toda la planta o árbol, conservando su forma y volumen. Sólo se podan las ramas con un diámetro inferior a 5 cm.
Poda sanitaria
Se eliminan todas las ramas muertas, anormales, lesionadas o enfermas. La poda sanitaria debe ser excepcional: se perturba el equilibrio del árbol y su desarrollo, y los riesgos relacionados con las heridas y su curación son importantes. Si el árbol pertenece a una especie rara, es aconsejable hacer esquejes para conservarlo.
Poda de rescate o poda de rehabilitación
Tras un estrés importante (sequía, ataque de plagas, desarraigo, etc.), la copa de un árbol puede marchitarse, sobre todo en la parte superior. Una corona hundida significa que la savia ya no llega a la parte superior. Retirar la copa seca, teniendo cuidado de respetar las normas de tala y manteniendo un extractor de savia, permite salvar el árbol y rehabilitarlo.
Reducción o poda severa
La poda severa o drástica es cuando se elimina una gran parte del árbol.
Se utiliza para reducir la carga del viento cuando el árbol está demasiado expuesto o representa un peligro para las infraestructuras vecinas. Se pueden podar las ramas de hasta 15 cm de diámetro. La estructura del árbol se conserva aunque su volumen se reduzca considerablemente.
Poda de mantenimiento
Un árbol que se poda con regularidad para mantener la forma que se le ha dado a propósito no sufrirá ningún traumatismo importante y estará mejor. La poda de mantenimiento garantiza que el árbol o la planta no crezcan desproporcionadamente.
La poda de mantenimiento se realiza cada 2 a 5 años.
Para las plantas perennes, la poda de mantenimiento consiste en recortar después del periodo de floración.