Originaria del este de Asia, la Ardisia es una planta tropical. Con sus flores fragantes en verano y su atractivo follaje, es ideal como planta ornamental. Sus raíces tienen muchas propiedades medicinales.
El género Ardisia se compone de más de 400 especies de arbustos leñosos con flores. Se encuentran especialmente al Asia del Este, incluyendo China, Corea, India y Japón, y algunas se encuentran en Australia y en los Estados Unidos. La gran mayoría son especies tropicales
y sub-tropicales. Sólo 4 especies (o tal vez 8) viven en América del Norte.
Si bien algunas especies son árboles, la mayoría de las plantas en cultivo se reducen a especies con tamaño de arbusto (de menos de 1 a 6 m según la variedad).
Comúnmente, las flores van del blanco (crema) al rosa y son fragantes en verano.
Según el tamaño de la variedad, la Ardisia forma setos (especies grandes) o pequeños macizos (los más pequeño).
La muy buena fructificación comienza en otoño-invierno, mostrando densos racimos de bayas redondas (drupas) de color rojo escarlata. Los racimos de bayas se doblan a menudo en una panícula bajo el follaje brillante.
Las bayas se vuelven negras a medida que maduran y pueden permanecer en las ramas hasta la floración del año siguiente. Sin embargo, para que esto sea posible, será necesario mantener una temperatura por encima de 10°C en invierno. Las semillas son capaces de germinar bajo un dosel denso y son dispersadas por las aves (y el hombre).
La resistencia de la Ardisia es media, soporta algunas pequeñas heladas, hasta -5 °C para las raíces más fuertes, pero ten cuidado al cruzar la barra 0 °C si las heladas son duraderas, porque se pueden quemar, no olvidemos que son plantas tropicales.
Es bueno saberlo: algunas especies se utilizan como plantas ornamentales, otras tienen usos culinarios o medicinales. Así, la Ardisia japonica es parte de la lista de «50 hierbas fundamentales» en la medicina tradicional china.
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