Plantas: protección contra heladas
En un clima templado o sin extremos es mucho más sencillo llevar a adelante un jardín de flores y arbustos, pero ¿qué pasa cuando vivimos en un área donde nuestros inviernos son crudos y tenemos temperaturas que llegan al punto de congelación? En estos casos es conveniente aprender algunos trucos sobre cómo proteger las plantas de las heladas, ya que es una situación que se da demasiado a menudo en este tipo de climas, y cuando sucede, puede dejar devastado nuestro jardín con pérdidas irreparables.
¿Cuánto frío es mucho frío?
Cuando hablamos de la supervivencia de las plantas ante el frío, puede que nos preguntemos lo básico: ¿Cuánto frío es mucho frío? Y con esto nos referimos a ¿cuánta es la temperatura que hace que nuestras plantas se congelen? Bueno, lo cierto es que no es una pregunta fácil de responder. Pero entendamos primero que es exactamente una helada:
DEFINICION DE WIKIPEDIA: La helada es un fenómeno climático que consiste en un descenso de la temperatura ambiente a niveles inferiores al punto de congelación del agua y hace que el agua o el vapor que está en el aire se congele depositándose en forma de hielo en las superficies.
Las diferentes plantas se congelan y mueren a diferentes temperaturas, es por ello que se les da una calificación para determinar su zona de resistencia, esto es, las famosas zonas USDA, que son las que determinan hasta que temperatura mínima puede sobrevivir una planta, es por ello que son tan importantes.
Algunas plantas de hecho, producen ciertas hormonas que evitan la congelación y por ende tienen una calificación de resistencia inferior, lo cual significa que pueden sobrevivir en climas de fríos extremo mucho mejor que aquellas plantas que producen menos cantidad de esta hormona.
Debo mencionar que también hay diferentes definiciones de supervivencia. Muchas plantas pueden perder enteramente su follaje durante el invierno, pero vuelven a brotar la próxima primavera, porque mantienen vivas e inmunes sus raíces o, en algunos casos, sus tallos. Entonces, mientras que sus hojas se congelan y no loran sobrevivir a ciertas temperaturas, si lo hacen otras partes de la planta.
Cómo proteger las plantas de las heladas
En primer lugar, no te asustes. Ten en cuenta que cada vez que hay una amenaza de heladas, solo es necesario tomar medidas de precaución para proteger las plantas tiernas de la exposición a las bajas temperaturas y los daños consecuentes.
Estas son las precauciones más habituales que podemos tener a la hora de proteger las plantas de las heladas:
CUBRIR LAS PLANTAS
Si estamos esperando un helada suave (el servicio meteorológico suele advertirnos sobre las heladas y su intensidad), podremos proteger las plantas de las heladas colocando por encima una sábana, tela arpillera o manta. Esta tela actuará como un aislante, manteniendo el aire cálido de la tierra alrededor de nuestras plantas. Este calor, si la helada es suave, puede ser suficiente para mantener nuestras plantas a salvo durante la caída de la fenómeno climático.
Las telas livianas como sábanas o arpillera, pueden colocarse directamente sobre las plantas, pero telas más pesadas, deberían colocarse sobre algún tipo de soporte, como estacas o alambres, de otro modo, terminaríamos aplastando todo el follaje.
Para obtener una protección aún mayor, podemos colocar por encima de la tela (sábana o manta) un plástico, esto nos ayudará a mantener el calor aún más. Pero ten en cuenta que nunca deberás cubrir solo con plástico para proteger las plantas de las heladas, siempre debe haber una tela entra la planta y el plástico, ya que de lo contrario terminaríamos dañando las plantas.
Por la mañana, una vez que la ola de frío nocturno ha pasado, debemos quitar la tela y/o el plástico, ya que si no lo hacemos, se puede acumular la condensación y congelarse bajo la cobertura en una nueva helada, así como también, provocar la asfixia de las plantas.
ACOLCHAR (mantillo o mulching)
Muchos jardineros prefieren el mulching o colocación de mantillo a la hora de proteger las plantas de las heladas; en la mayoría de los casos esto está bien, pero debemos recordar que algunas plantas más tiernas no van a soportar un acolchado muy pesado, en estos casos en particular, deberíamos decantarnos por cubrirlas con telas.
Los materiales más populares a la hora de acolchar las plantas incluyen paja o heno, hojas de pino, cortezas y hojas apiladas sin aprisionarlas. La colocación del mantillo ayuda a retener la humedad, pero también, durante el invierno, nos ayuda a mantener el sustrato mucho más cálido evitando la congelación de las raíces. Como consejo final para esta técnica, recuerda que el acolchado debería tener de entre 6 a 10 centímetros de profundidad.
Esta es una técnica que siempre es recomendable, ya que estaremos protegiendo la parte más importante de la planta: las raíces, con raíces vivas, la planta puede volver a brotar, si se congelan, la perdida es irreparable.
MINI-INVERNADEROS
En inglés los llaman “Cold Frames” a mí me gusta llamarlos, mini-invernaderos. Se trata básicamente de construir una especie de casita para proteger las plantas de las heladas.
Dependiendo de si nuestras plantas están en macetas o no, tenemos varias alternativas. También hay opciones comerciales muy interesantes.
Pero no es difícil improvisarlos para nuestra época de heladas. Maderas, bloque de cemento o ladrillos pueden utilizarse para construir las paredes, simplemente apilándolos y colocando luego, a modo de techo, ventanas vidriadas viejas o cualquier cosa que se le parezca, es importante que deje pasar la luz.
CAMAS DE SIEMBRA ELEVADAS
El uso de camas elevadas ayuda mucho a la hora de proteger las plantas de las heladas, ya que el aire frío que provoca la congelación, suele acumularse en las zonas más hundidas en vez de en zonas elevadas y más altas, también nos permiten cubrir más fácilmente las plantas.
Si bien no es una técnica que se pueda aplicar muchas veces a todo el jardín, si puede ayudarnos con las especies más delicadas.
Para finalizar, debemos recordar, sobre todo cuando leemos mucho en blogs de jardinería, que los vientos fríos no vienen del mismo lugar si vivimos en el hemisferio norte que en el sur.
En el hemisferio sur, los vientos fríos provienen del sur, por lo tanto debemos protegerlas del sur. Si estamos en el hemisferio norte, es al revés, los vientos más helados vienen del norte y debemos protegerlas de ese punto cardinal.
Aclaro esto porque los vientos helados provenientes de los polos suelen ser muy destructivos, una vez perdí por completo una “portulacaria afra” de un metro y medio a causa del viento del sur (yo estoy en Argentina).
Así que mi consejo, junto a las precauciones anteriores para proteger las plantas de las heladas, es que también, durante el invierno, coloques alguna protección, al sur o al norte según corresponda.
