Aprende sobre los jardines acuáticos en miniatura
Una faceta diferente de las plantas de interior tal y como generalmente las conocemos, son las plantas acuáticas: transparentes, frágiles, silenciosas… Construyendo un jardín acuático en miniatura podremos disfrutar de estas especies acuáticas que darán un toque original y de armonía a cualquier rincón.
Son pocas las personas que conocen de plantas acuáticas o que al menos se hayan atrevido a llevarlas a casa, quizá porque les parecen propias de acuarios solamente. Sin embargo, quedan maravillosamente en soledad y en un simple vaso y, además, requieren poca atención nuestra parte si están bien instalada.
Las especies acuáticas pueden adquirirse en establecimientos especializados en ventas de acuarios.
Características y formas de las plantas de un jardín acuático pequeño.
Filiformes, con hojas traslúcidas, ondulantes y graciosas, las plantas acuáticas, por este especial modo de vida, se han modificado con respecto a sus parientes terrestres, e incluso, de otras especies acuáticas como por ejemplo los nenúfares (que también se pueden cultivar en recipientes grandes) y han establecido una morfología que se caracteriza por conservar la parte aérea (hojas y flores) fuera del agua, manteniendo en ella sólo parte de los tallos y las raíces.
Por el hecho de vivir prácticamente sumergidas en agua dulce o salada -según las especies-, tienen una epidermis muy delgada para favorecer los intercambios de oxígeno y anhídrido carbónico con el agua.
Sus raíces, adquieren forma de pequeñas matas de hierbas filamentosas, de bulbos o rizomas, y a través de ellas absorben las sustancias indispensables para su sostenimiento.
Instalando las plantas en un jardín acuático.
Como el medio ambiente en el que viven y se desarrollan estas plantas es el agua, a ella habrá que prestarle la máxima atención, evitándole putrefacciones que puedan sobrevenir.
En esta nota nos ocuparemos solamente de las especies que pueden vivir en agua dulce, por lo cual tendremos inevitablemente que recurrir al agua del grifo. Si el agua tuviese demasiado cloro, deberemos dejar en reposo durante toda una noche y luego se le administra a la planta con toda tranquilidad. Si en cambio tuviésemos aguas duras, habría que rebajarla con agua destilada en un 50% o con agua de lluvia. Lo ideal es un pH entre 6 y 7.
Otra cosa a tener presente es la temperatura del agua según las necesidades de cada planta. Las especies europeas y algunas subtropicales se desarrollan bien en agua cuya temperatura oscile entre los 5 y 15 °C (acuario frío). Para las plantas de regiones templadas es preferible, no obstante, agua cuya temperatura se mantenga entre los 15 y los 18°. Las tropicales no aceptarán menos de 20° pero su temperatura ideal es de 24°.
La forma de obtener estas temperaturas más o menos estables es usar un acuario acondicionado, pero podremos utilizar otros recipientes y colocar el mismo más cerca o más lejos de una fuente calor según necesitemos. La forma más simple de comprobar la temperatura del agua es introduciendo un termómetro de baño, como el que utilizamos a la hora de bañar a los niños pequeños; mediante este termómetro podremos ir comprobando la temperatura del agua según el lugar donde se encuentra nuestro jardín acuático en miniatura y moverlo según necesitemos más o menos temperatura.
Como consejo adicional, si estás mucho tiempo fuera de casa, te conviene elegir especies de agua fría y de este modo la temperatura no será un problema.
El suelo constituye el siguiente elemento de sustentación de las plantas. Todas ellas se adaptan perfectamente a la arena de río, que es mejor adquirir envasada.
Antes de ponerla en los recipientes, resulta indispensable lavarla cuidadosamente, removiéndola bien con las manos. Terminada esta operación, ya le puede pasar al acuario o vaso donde vaya colocar la planta. Entre 5 y 10 centímetros de espesor (dependiendo del tamaño de las raíces) será suficiente, por lo general se llena con sustrato ¼ del acuario.
Mezcla con la arena un poco de grava y agrega carbón vegetal para mantener el agua limpia. Cuando las plantas se alimenten por las raíces, es conveniente enterrar pastillas de abono fertilizante entre la arena con cuidado de no dañar las mismas.
Así se siembran las plantas en un jardín acuático en miniatura.
Antes de introducir la planta en el sustrato, deberás despuntar las raíces para que “prenda” mejor. Terminada esta operación, haz un hoyo y entierra la planta hasta el cuello, no más de ahí porque sufriría.
Una vez situadas las plantas en su sitio, llena tu jardín acuático con agua y con sumo cuidado para no desenterrarlas.
La mejor forma de cultivar estas plantas, es por separado. Ten en cuenta que al crecer tienden a llenar el recipiente, por lo que también es conveniente podarlas de vez en cuando y quitar las hojas viejas.
Si de todas formas te decides a plantarlas en grupo, asegúrate de elegir un contenedor cuya capacidad guarda relación con el número de plantas y su tamaño. Coloca por delante (más próximas a la luz) las plantas pequeñas y detrás, las más altas. Es necesario que todas reciban suficiente luz para su desarrollo. Si no tienes suficiente luz, puedes administrárselas de forma artificial con luz de led.
Especies aconsejadas para tu jardín acuático en miniatura.
Elodea: perenne y famosa, sus hojas opuestas se extienden a lo largo de los tallos. Su multiplicación es muy notable; excelente productora de oxígeno, se adapta a cualquier temperatura no demasiado cálida y se desarrolla rápidamente en arena fina.
Cabomba: una de las más bellas, está provista de un rizoma carnoso y tiene algunas hojas flotantes que van apareciendo durante el período de flotación y que no hay que cortar demasiado. Se multiplica por esquejes, trasplantando tallos altos. Necesita mucha luz.
Ceratophyllum: muy famosa, sus hojas se agrupan en verticilos y las flores son de color verde. En su hábitat natural, se siente libre y hasta suele nadar, sin embargo, puede plantarse en pequeños matorrales o grupos. Tiene un desarrollo rápido en aguas templadas y ricas y necesita mucha luz. Podarla regularmente.
Myriophyllum: muchas de las especies de estas plantas herbáceas que tienen hojas verticiladas y partidas en segmentos capilares, son de origen mediterráneo. Pertenecen a una familia de múltiples especies y variedades, casi todas exóticas. Algunas especies sólo convienen a los acuarios de agua dulce y bastante fría. Exigen pocos cuidados: sólo mucha luz y agua clara. Se multiplican por esquejes de la parte superior.
Sagitaria: una de las más populares por la curiosa variedad de formas de sus hojas: las sumergidas son acintadas, las flotantes redondeadas y las aéreas sagitadas. Crece rápidamente y se reproduce en abundancia. A veces presenta una flor muy hermosa, blanco-plateadas con tres pétalos, cosa que se consigue con mucha paciencia. La multiplicación se hace por espolones o latiguillos y necesita mucha luz: de muy fuerte a tamizada.
Vallisneria: esta planta herbácea vivaz que tiene flores y hojas flotantes largas y lineares, es una de las más cultivadas por su gran resistencia y escasa necesidad de cuidados, además claro está, de su belleza. Se planta en manojos aislados, enterrándolos sólo hasta el ligamento de las raíces (de otro modo crecerán difícilmente). Tienen una duración mediana y requieren grandes recipientes porque se expanden mucho y las hojas incómodas pierden su belleza.
Consideraciones adicionales para tu jardín acuático en miniatura.
- Elige el acuario o recipiente acorde a las plantas que vas a colocar, esto se refiere tanto al tamaño como a la profundidad.
- Si utilizas un recipiente que no sea un acuario comercial, recuerda que las paredes de vidrio deben ser gruesas para asegurar el mantenimiento de la temperatura del agua.
- El agua tiende a evaporarse, así que deberás ir agregando más de vez en cuando.
- Puedes colocar otros elementos decorativos en tu jardín acuático en miniatura como piedras y otros adornos.
- La mejor época para construir jardines acuáticos es a principios del verano.
- Es importante ir retirando regularmente las algas, plantas parasitas y hojas muertas.
- Lo ideal es que reciba al menos seis horas de luz diarias.
- Si no tienes luz natural, puedes proveerles luz artificial de Led.
- Es imprescindible ir podando sobre todo las especies más invasivas