Finalmente, ha llegado el momento en que debes mudar una de tus plantas de interior a otra maceta, pero, ¿Hay que tener consideraciones especiales? La verdad es que hay algunas, y de ellas hablaremos en esta nota para aprender a trasplantar una planta de interior correctamente y lograr que esta tarea sea realizada con éxito.
Los motivos por los que podemos querer trasplantar una planta de interior pueden incluir: que la planta haya detenido su crecimiento por falta de espacio, que sus raíces estén demasiado apretadas y también, que se hayan agotado los nutrientes del sustrato, en este último caso, podemos evitar el trasplante, aunque si sería aconsejable reemplazar la capa superior de sustrato. Ambos casos son abordados en la nota de hoy.
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Trasplantar una planta de Interior paso a paso
Trasplantar una planta de interior es una tarea fácil si se siguen estos pasos básicos:
- El primer paso es regar bien la planta en cuestión un día antes del día planeado para su trasplante.
- Llegado el momento del trasplante, coloca tu mano en la parte superior del sustrato e invierte la maceta. Da unos pequeños golpes a la parte inferior de la maceta para que el cepellón se deslice entre tus manos. Si ves que se resiste, puedes utilizar un cuchillo para separar suavemente el cepellón de la maceta, con mucho cuidado de no lastimar las raíces.
- Inspecciona un poco las raíces para comprobar que están sanas. Si están muy apretadas, puedes tratar de separarlas con mucho cuidado.; también puede ser necesario podarlas unos centímetros y quitar las que estén en mal estado. También revisa el sustrato: si está mohoso o huele mal, sacude un poco para retirar todo el sustrato feo. Si nada de esto sucede, es decir, si miras y todo se ve bien, trata de perturbar las raíces lo menos posible.
- Ya debemos tener elegido el nuevo habitáculo para nuestra planta, generalmente elegimos una maceta de al menos dos tamaños más de la que teníamos.
- Coloca primero un poco de trozos rotos de macetas de barro o piedras para mejorar el drenaje y luego un buen puñado de compost fresco en el fondo de la nueva maceta, ahora coloca el cepellón bien centrado procurando que el borde superior quede unos centímetros por debajo del borde de la maceta. Ahora, rellena con más compost o una tierra fértil para macetas por los costados sin aprisionarla demasiado, recuerda que quieres que las raíces puedan extenderse con facilidad.
- Por último, puede que necesites agregar un poco más de sustrato por arriba, si te parece que es necesario, hazlo, pero siempre teniendo en cuenta el espacio necesario para el riego. Coloca la maceta en un lugar que pueda drenar bien el exceso de agua y riega. Una vez que deje de gotear, ya puedes dejarla en su ubicación habitual. No será necesario volver a regar hasta tanto el sustrato muestre signos de sequedad.
Información Adicional que puede serte útil
- Puedes utilizar tanto contenedores plásticos como de barro. Las macetas usadas en interior, usualmente vienen en varios tamaños desde 6 cm a 25 cm de diámetro.
- Siempre recuerda que debe quedar un espacio considerable entre la parte superior del sustrato y el borde de la maceta, esta distancia es el espacio destinado al riego.
- El tamaño de la maceta siempre es proporcional al de la planta.
Vale destacar en esta nota, y es algo muy importante, que hay algunas plantas que odian los trasplantes, en estos casos, en vez de trasplantarlas, debemos retirar (con cuidado de no lastimar mucho las raíces) entre 2 cm a 4 cm del sustrato superior y reemplazarlo por uno nuevo, fresco y lleno de nutrientes.
Cuidado de plantas que han sido trasplantadas
Recuerda que tu planta de interior necesitara de tres a cuatro semanas para recuperarse del trasplante, por más que lo hayamos hecho con cuidado. Así que durante este tiempo, es importante que:
- Cuides la humedad, no dejes que se seque ni te excedas.
- Detén cualquier tipo de agregado de fertilizantes, en este período las raíces están muy sensibles y podrían quemarse.
- Mantén tu planta en un lugar luminoso pero definitivamente fuera del alcance del sol directo.
Con estas simples consideraciones, puedes estar segura que trasplantar una planta de interior para que continúe creciendo fuerte y sana, será una tarea exitosa.
Pero antes de terminar, un consejo adicional:
Reciclar la tierra vieja de las plantas trasplantadas
Al trasplantar una planta de interior en tierra fresca, no es necesario que tires la tierra vieja. Puedes reciclarla fácilmente y darle una segunda vida.
Aquí tienes cómo hacerlo:
1
En primer lugar, puede ir simplemente al compostador. Como será rica en minerales (las sales minerales tienden a acumularse en la tierra de las macetas), esto estimulará a los microbios del compostador a trabajar aún más, lo que hará que el compostaje sea más rápido.
Además, las raíces del suelo se descomponen rápidamente, lo que aumenta la calidad del humus que se forma. También es importante saber que la perlita y la vermiculita de la tierra para macetas no son perjudiciales (son simplemente rocas expandidas: no son más dañinas para el medio ambiente que las partículas de arena) y ayudarán a estructurar el compost cuando lo coloques en el jardín más adelante.
2
O utiliza tierra vieja para macetas, mezclándola con la tierra del parterre o del huerto al plantar en primavera. Como es rica en minerales, puedes pensar que es el equivalente a aplicar el compost.
3
O espárcelo por las plantas establecidas (plantas perennes, arbustos, etc.), de nuevo, como si fuera compost o mantillo. Así podrán beneficiarse de los minerales que liberará la tierra de la maceta.
Básicamente, lo único que no hay que hacer con la tierra vieja para macetas de las plantas de interior es tirarla a la basura: ¡qué desperdicio!
