Hoy hablamos de cómo mantener a los caracoles (o babosas) alejados de nuestro huerto o jardín ecológico.
Por muy bonitos que sean, estos moluscos son una presencia muy conocida y temida por los cultivadores y jardineros que buscan mil maneras de eliminar caracoles y babosas de forma ecológica. De hecho, son una molesta amenaza para muchos de nuestros cultivos y plantas, aunque sean muy apreciados en otros sectores, como la alimentación y la salud.
Las babosas y los caracoles se alimentan principalmente de plantas de textura blanda en la superficie del suelo, incluidas las plantas en descomposición. Pueden causar daños importantes atacando hojas (lechuga, brotes jóvenes, etc.), flores, frutos (fresas, moras, etc.) y plántulas como las judías.
También pueden atacar a los bulbos, los tubérculos o las raíces subterráneas cuando excavan en el suelo durante una sequía prolongada.
Pero no todas las especies de gasterópodos causan estragos, algunos cultivos son seguros y algunos daños limitados son tolerables. Además, al contribuir a la formación de humus, los gasterópodos son útiles. Por lo tanto, no es necesario tratar de erradicarlos por completo. Es aconsejable adaptar la lucha al nivel de las molestias adoptando procedimientos de control sencillos y no peligrosos para el hombre, los animales o la naturaleza.
Veamos cómo alejar o eliminar caracoles y babosas de forma eficaz y económica.
Caracoles y Babosas, entendiendo a la plaga
El caracol es un molusco invertebrado, es decir, sin esqueleto, y pertenece a la gran familia de los gasterópodos pulmonados terrestres.
Por las razones expuestas, en este artículo trataremos de entender cómo eliminar caracoles y babosas de nuestro huerto ecológico, intentando al mismo tiempo preservarlos, sin tener que matarlos necesariamente.
La diferencia entre caracoles y babosas
Es importante distinguir entre:
- Moluscos provistos de caparazón, conocidos como caracoles, (género Helix).
Dicho caparazón le permite refugiarse en caso de peligro o de condiciones climáticas hostiles. Protegidos de la deshidratación por un velo mucoso, pueden entrar en hibernación, de la que salen cuando las condiciones vuelven a ser favorables.
- Moluscos sin caparazón, conocidos como babosas (género Limax),
Miden de 1 a 15 cm según la variedad y son de diversos colores, desde el negro al rojo, pasando por el gris o el blanco..
El babosa tiene un cuerpo blando cubierto de mucosidad. Se desplaza arrastrándose con la parte inferior de su cuerpo liberando una estela de baba brillante y espumosa. La baba tiene la función de lubricar el suelo creando menos fricción durante el movimiento del molusco.
En la cabeza tiene cuatro tentáculos, dos de los cuales tienen ojos en la parte superior y otros dos situados más abajo. Estos tentáculos actúan como sentido del olfato, del gusto y del tacto y en caso de peligro se retraen.
Su boca con 2 mandíbulas provistas de pequeños dientes está adaptada a la suave textura de los brotes jóvenes.
Naturalmente, dentro de las distintas familias hay decenas de especies diferentes, con características distintas. Aquí nos limitaremos a las consideraciones generales.
El clima preferido por los caracoles
Los caracoles adoran las estaciones lluviosas para su desarrollo y proliferación. Por lo tanto, adoran el otoño y la primavera y, en general, las situaciones climáticas húmedas. Por ello, en algunas zonas pueden encontrarse en cualquier época del año, dependiendo fundamentalmente del microclima.
Necesitan mucosidad para desplazarse y sólo pueden producirla en condiciones de alta humedad. Por eso sólo salen y se mueven cuando llueve o cuando se riega, así como por la tarde, por la noche y por las mañanas más frescas, cuando la tierra está todavía relativamente húmeda.
Como no toleran las temperaturas demasiado bajas (mueren por debajo de los 3 °C), se entierran en el suelo en cuanto el tiempo se vuelve frío. Sólo a partir de unos 18 °C proliferan.
Reproducción
Son hermafroditas, pero no simultáneamente, ya que los órganos masculinos aparecen antes que los femeninos.
Una hembra puede poner hasta cien huevos, distribuidos en grupos de al menos 10, que deposita en un agujero excavado en el suelo o bajo un refugio superficial.
El periodo de incubación de estos huevos puede variar según las condiciones climáticas desde unas semanas hasta 4 meses, lo que permite que nazcan de 1 a 2 generaciones al año.
La movilidad y el entorno
Normalmente, si el alimento es suficientemente abundante, las babosas y los caracoles no se mueven más de 50 cm al día.
Sin embargo, con tiempo húmedo y si buscan comida, pueden desplazarse hasta 6 ó 7 m al día.
Para describir su entorno ideal, podemos decir que les gusta:
- El aire y un suelo bastante húmedos;
- Una temperatura entre 15 y 20°C;
- Un suelo aireado o arcilloso, cubierto con restos vegetales, residuos de cultivos o paja.
Qué Problemas causan por los caracoles y las babosas a las plantas
Ya sean caracoles o babosas, estos moluscos causan una serie de problemas en nuestros jardines o nuestro huerto ecológico.
Estos problemas son tales que se consideran una verdadera pesadilla para los agricultores aficionados. El más obvio es el daño a ciertos tipos de cultivos. Hablamos de verduras como la ensalada, las espinacas, la coliflor, el brócoli, la col, la albahaca, las acelgas y muchas otras. Si el ataque del caracol se lleva a cabo en las primeras fases del crecimiento vegetativo de las plantas, el riesgo que se corre es la destrucción de todo el cultivo.
Las babosas suelen salir de la tierra para darse un festín en el huerto por la noche, pero después de fuertes lluvias también pueden encontrarse durante el día.
Las pequeñas babosas grises, por ejemplo, ingieren unas decenas de mg de alimento al día, mientras que las grandes babosas rojas pueden consumir hasta 10 g. De ahí a que busquemos desesperadamente modos de eliminar caracoles y babosas.
Otro problema muy desagradable que causan las babosas durante su ciclo de vida es la liberación de excrementos y huevos negros en las plantas afectadas, que pueden ser fácilmente removidos con agua, pero siguen siendo muy molestos.
Detectar la presencia de babosas y caracoles
Muy pocas plantas se libran de ser mordidas por eso todos necesitamos en algún momento aprender a eliminar caracoles y babosas. Para ver si es tu caso, presta atención a algunas señales muy claras, se puede distinguir fácilmente su presencia:
- Plántulas devastadas ;
- Plantas jóvenes de lechuga devoradas ;
- Fresas a medio comer;
- Judías verdes cortadas al ras del suelo, etc.;
Algunas de estas plagas son capaces de comer el equivalente a varias veces su peso en una noche. Más que su tamaño, que puede alcanzar desde 1 cm (común) hasta 15 cm (muy raro), es su número lo que provocará la magnitud de los daños.
En cuanto a los pequeños caracoles blancos de la Provenza, son muy numerosos cuando hace mucho calor, y suben a refugiarse al final de las plantas para protegerse del calor del suelo.
Muy espectaculares por sus racimos blancos, acaban cubriendo toda la punta de las ramas, impidiendo el desarrollo de brotes.
También en este caso, detectar su presencia será muy fácil.
Coloca unas cuantas estacas de madera o metal o unas cuantas varillas de canis en el centro y alrededor de tu plantación.
Estos caracoles migrarán rápidamente en masa a lo largo de estos señuelos hasta los extremos y sólo tendrás que recogerlos regularmente a puñados para deshacerte de ellos tirándolos a un cuenco y alejándolos al menos 300 metros de tu propiedad (o ahogándolos, como prefieras, yo los alejaría).
Eliminar caracoles y babosas con remedios naturales que las repelen y alejan de las plantas
Para eliminar caracoles y babosas de nuestro huerto y jardín sin matarlos, y evitar los daños descritos anteriormente, sin utilizar pesticidas y tratando de preservar la vida del molusco, debemos intentar cambiar la perspectiva e identificarnos con sus características intrínsecas.
En primer lugar, el caracol se mueve arrastrándose por el suelo y tiene un cuerpo blando muy sensible e irritable. Por lo tanto, obstaculizar su movimiento puede alejar fácilmente a los caracoles de las plantas que nos interesan y hacer que se vayan a otra parte.
Veamos, pues, en términos concretos, cómo actuar, presentando una serie de remedios naturales que podemos definir como mecánicos.
1. Cenizas de madera mezcladas con posos de café
Un primer remedio sugerido es el uso de ceniza de madera mezclada con posos de café. La mezcla debe colocarse alrededor de las plantas con mayor riesgo o a lo largo del perímetro del jardín, si éste no es demasiado extenso.
Ambos materiales, al ser muy absorbentes y pastosos, dificultan el desplazamiento de los caracoles, que, al encontrarlos en el camino, decidirán apartarse para no arriesgarse a quedar empantanados.
Tanto las cenizas de madera como los posos de café pueden utilizarse individualmente. Sugerimos mezclarlos para evitar algunas de las contraindicaciones que el uso excesivo de cualquiera de los dos elementos puede aportar al suelo.
En particular, la ceniza de madera se utiliza per se como abono orgánico para el jardín. Contiene potasio, uno de los elementos fundamentales para el crecimiento saludable de las plantas. Sin embargo, como todas las cosas, no hay que exagerar
2. Cáscaras de huevo picadas
Otro remedio para ahuyentar a las babosas, similar al visto anteriormente, es el uso de cáscaras de huevo picadas. Estos deben colocarse alrededor de las plantas en riesgo.
Como puedes imaginar, las cáscaras de huevo picadas son muy puntiagudas. Esto hace que el suelo sea impermeable a los cuerpos blandos de las babosas. En los trozos de huevo tendrán entonces dificultades para arrastrarse y se alejarán de nuestras plantas.
Hay que tener en cuenta que incluso en este caso estamos aportando materia orgánica al suelo. Abono natural, que de hecho se utiliza para la preparación de compost doméstico.
En comparación con la ceniza y el café, se degrada con menos rapidez, por lo que no es necesario complementarlo repetidamente.
Dado que las babosas necesitan humedad para desplazarse, las barreras de cubiertas de suelo que se secan, como serrín, virutas de madera, tierra de diatomeas, ceniza, posos de café, etc., pueden mantenerlas alejadas durante un tiempo, pero deben renovarse con cada lluvia.
Los mantillos de agujas de pino también tienen cierto efecto.
3. Usar Polvo de azufre
Con azufre en polvo es fácil crear una barrera protectora contra caracoles y babosas en el perímetro del jardín. Es importante que el polvo de azufre sea 100% puro.
También en este caso estamos hablando de un remedio mecánico. El polvo de azufre es un producto biológico.
Además de ser un eficaz fungicida, también es un auténtico repelente natural para muchos insectos del huerto, como la mosca blanca y la araña roja.
De este modo, podrá disuadir a las babosas de acercarse a sus plantas y dañarlas. Al mismo tiempo, estará protegiendo sus plantas de otras plagas.
4. Usar Plantas repelentes
Los caracoles son muy sensibles a la presencia de ciertas plantas que evitan cuidadosamente. Así que podemos usar estas plantas para crear una barrera natural.
Entre las más efectivas están la ortiga (que también podemos utilizar para hacer macerado de ortiga), la mostaza amarilla, el perifollo y el berro.
Pero también funcionan otras como el perejil, el perifollo, la consuelda, la capuchina, la begonia y el trébol
Todas ellas son plantas útiles no sólo para mantener alejados a los caracoles, sino también a otros insectos dañinos como los bichos verdes.
Si la creación de una barrera hecha de plantas te resulta difícil, puedes evitarlo obteniendo partes de las propias plantas. Cortándolas y esparciéndolas por el suelo reproducirás el mismo efecto que la barrera, y además añadirás sustancia orgánica al suelo.
5. La Técnica del hilo de cobre
Con un simple hilo de cobre puedes crear una barrera protectora adicional para mantener alejadas a las babosas.
Basta con rodear el perímetro del huerto, por ejemplo, con un cable de cobre colocado en el suelo. A continuación, fíjalo a estacas de madera colocadas en las esquinas.
Al hacerlo, los caracoles se arrastrarán por el cable y recibirán una pequeña descarga eléctrica, que los mantendrá alejados sin matarlos.
6. Creación de zonas húmedas y de sombra
Como ya explicamos, las babosas se sienten atraídas por la humedad, lo que permite distraerlas y mantenerlas alejadas de tus plantas más preciadas y del huerto.
Basta con crear zonas de sombra y humedad, utilizando madera podrida, ladrillos perforados, piedras, restos de mantillo, macetas o cajas volcadas en el suelo, colocados en rincones oscuros.
De este modo, los caracoles se reunirán en estas zonas durante el día y con las primeras luces se podrán recoger. Bastará con ponerlos en un cubo y alejarse, al menos 300 m.
7. Otros Repelentes que puedes usar
Los jardineros ecológicos utilizan tradicionalmente pulverizaciones de soluciones preparadas con plantas para mantener alejadas a las babosas:
- Decocción de artemisa o de cola de caballo,
- Macerados de hojas de begonias o grosella negra,
- Purines de helechos o ruibarbo.
Remedios biológicos para eliminar caracoles y babosas del jardín
Todas las técnicas enumeradas anteriormente son totalmente eco-sostenibles y respetan la vida de los caracoles, es decir, los alejan en lugar de eliminarlos.
Sin embargo, no puedo evitar presentar otros remedios más definitivos, pero todavía ecológicos y sin el uso de pesticidas. Veamos cuáles son estas formas de eliminar caracoles y babosas.
8. Cerveza
El sistema es sencillo, sólo se necesita un platillo o un recipiente no muy alto, lleno de cerveza. No es necesario utilizar una cerveza negra, la de la tienda de descuento está más que bien.
Los caracoles acaban en el platillo y quedan atrapados ahogándose. Para nuestro consuelo podemos pensar que morirán borrachos y felices 😉
Evidentemente, la cerveza y el recipiente deben renovarse a menudo, en función de la intensidad de la presencia de caracoles. Igualmente recuerda que estas trampas pueden atraer a otros animales útiles del jardín, como los escarabajos de tierra.
Como hacer y usar trampas de cerveza
9. Fosfato de hierro
El fosfato férrico tiene un efecto molusquicida y nos ayuda a eliminar babosas simplemente rociando el suelo. Por ello, este producto es muy utilizado y muy eficaz. Además, se descompone en el suelo, bajo el efecto de los microorganismos, en abono fosfatado asimilable.
Quienes practican profesionalmente la agricultura ecológica y se enfrentan a graves invasiones de esta plaga, suelen utilizar fosfato de hierro (o fosfato férrico) para eliminar caracoles y babosas.
Se trata de un producto permitido en la agricultura ecológica que actúa inhibiendo el apetito de las babosas.
10. Polvo con Phasmarhabditis hermaphrodita
Hay un polvo que contiene un gusano microscópico y que se diluye en el agua, es un parásito exclusivo de las babosas.
Este nematodo, llamado Phasmarhabditis hermaphrodita, busca las babosas en el suelo y las mata al cabo de unos días multiplicándose e impidiendo que se alimenten.
Los nematodos permanecen activos durante 6 semanas, siempre que el suelo permanezca húmedo durante 15 días y la temperatura del suelo tratado esté entre 5 y 20 °C.
Como estos parásitos desaparecen cuando no hay más presas, este tratamiento no deja residuos.
Si buscas el nombre del parasito en Google y agregas la palabra «polvo» veras que salen varias marcas de estos nematodos que se pueden comprar por internet.
Para eliminar caracoles y babosas, usa una bolsa cada unos 30 m². Este preparado se diluye y se aplica por pulverización o aspersión.
11. Gansos o gallinas de Guinea
En concreto, los caracoles del género Helix no sólo son un manjar para el consumo humano, sino que también lo son para las aves y otros pájaros.
Por lo tanto, si nos damos cuenta de que la presencia del molusco es inmanejable e inoportuna, podemos recurrir a una pareja de estos gansos, que resolverán a su manera el problema de forma definitiva.
Si los gansos corredores son difíciles de encontrar, puedes utilizar gallinas de Guinea, que son mucho más fáciles de conseguir.
Una recomendación importante: si no es posible tener gansos y gallinas en su jardín o huerto y criarlos, evita comprarlos y pídelos prestados a un agricultor o criador cercano.
12. Otros depredadores: aves e insectos
Otra técnica para eliminar caracoles y babosas es a través de otros depredadores como las aves, de diversas especies.
Una idea sería construir casas para pájaros. Esto facilitará que los pájaros construyan sus nidos y se conviertan en comedores de caracoles. Pero ten cuidado, porque además de caracoles y babosas podrían alimentarse de los frutos del huerto, así que hay que tener mucho cuidado con esta solución.
Fabricar una casita para pájaros
En algunos casos, la presencia natural de los pájaros puede ser más deseable, sin proporcionar una atracción directa en el huerto.
Por último, los caracoles son muy atractivos para ciertos insectos depredadores, uno de los cuales es la luciérnaga. Lamentablemente, la luciérnaga sólo se encuentra en estado adulto a finales de la primavera y principios del verano.
Pero, por ejemplo, algunos escarabajos carábidos, atacan a los huevos o a las propias babosas, y también puedes utilizar otros animales, como erizos, musarañas o sapos, que están encantados de comerlas.
Uso de plaguicidas químicos
Los molusquicidas químicos, que en su día se utilizaron de forma generalizada, ya no se recomiendan por ser demasiado tóxicos para los niños y otros animales (mascotas, pájaros, erizos, etc.) y pueden sustituirse por una gran variedad de productos inocuos como he comentado a lo largo de todo el artículo.
Y aunque cubrieras el veneno con una teja, por ejemplo, o utilices productos que contengan aditivos amargos que se supone que disuaden de su absorción a otros animales, no olvides que las babosas envenenadas envenenarán ellas mismas a sus depredadores.
Estos productos se basan principalmente en el metaldehído en dosis variables y se presentan en forma de gránulos que, esparcidos alrededor de las plantas a proteger, son resistentes a la humedad y actúan durante varias semanas. La babosa o el caracol que los ha ingerido deja rastros zigzagueantes de baba al final de los cuales se encuentran moribundos o secos.
Si decides utilizar un mata-babosas químico para eliminar caracoles y babosas, debes gestionar su aplicación como lo harías para rociar pesticidas tóxicos:
- Lee previamente las precauciones de manipulación.
- Procura no aplicarlo más allá de los límites de las parcelas que lindan con un curso de agua para no contaminar el agua de éste.
Final para este extenso articulo de hoy, donde, como hemos visto, existen numerosos remedios naturales para alejar los moluscos de nuestro jardín o huerto ecológico ( y alguno que nos permiten eliminar caracoles y babosas directamente).
Me gustaría destacar que no es necesario pensar en soluciones drásticas y definitivas. De hecho, los caracoles pueden representar un recurso precioso (que quizá descubramos en un nuevo artículo, cuando hablemos de la helicicultura). Y ciertamente son un elemento de la biodiversidad que hay que preservar.