El ajo puede considerarse un pesticida y fungicida natural por sus propiedades innatas.
En este artículo, sin embargo, examinaremos dos preparaciones, no sólo el macerado, sino también la infusión de ajo, producida con diferentes características y procesamiento.
Estos dos preparados nos permitirán luchar tanto contra los pulgones, como contra los hongos a los que están sometidas nuestras plantas, que a veces provocan una destrucción total y que, por tanto, debemos combatir.
El macerado de ajo y la infusión de ajo son muy eficaces y, obviamente, son productos 100% naturales. Así que nuestra defensa será orgánica, sin recurrir a ningún tipo de veneno o pesticida. De este modo, si hablamos de un huerto, nos aseguraremos de tener en nuestras mesas verduras más sanas, sabrosas y seguras, y si hablamos de plantas ornamentales, las tendremos mas lindas al liberarlas de estos problemas sin ningún químico que provoque residuos.
Propiedades del ajo
El ajo, Allium sativum, pertenece a la familia de las liliáceas, tiene varias propiedades antibacterianas y ya hemos visto cómo cultivarlo de forma ecológica.
En particular, el ajo contiene alicina, que es una sustancia antibiótica natural, que también determina su fuerte olor. Es la sustancia que actúa como antiparasitario.
Si se piensa en ello, el fuerte olor característico, y por tanto la alicina, (que es un compuesto sulfuroso con características similares al azufre), se libera cuando se «manipula» el bulbo del ajo. Por ejemplo, al picar, cortar o apretar. Es por esto que nunca utilizaremos dientes enteros para preparar la infusión y el macerado de ajo, sino que habrá que machacarlos.
La alicina no es el único componente importante que contiene el ajo. Entre otras sustancias, el ajo también contiene ajoína, que es otro agente antibacteriano natural.
En general, el ajo es especialmente rico en minerales y oligoelementos como el hierro, el yodo, el calcio, el fósforo y el magnesio; y cuando está fresco, también es una fuente de vitamina C y provitamina A.
Variedades de Ajo para la decocción
El ajo tiene un origen muy antiguo y proviene de Asia, de hecho aún hoy la mayor parte de la producción mundial se concentra en países como China o India.
Quienes son un poco más expertos en los cultivos orgánicos, recomiendan tratar de elegir alguna variedad de ajo producida por ejemplo, en la comunidad europea, en donde hay controles estrictos en cuanto al cultivo orgánico, ya que no tendríamos un cien por cien de seguridad de que no se usen plaguicidas químicos en China, pero sin dudas esto también es hilar muy fino, pero de todas maneras lo quería mencionar, por si acaso
Estos expertos recomiendan, por ejemplo, variedades como: Morado, Blanco, Spring Blanco y Spring Violeta, el ajo blanco polesano o el ajo rojo de Sulmona. También, por supuesto, puedes usar los ajos que tu mismo cultives y así te aseguras de su origen.
Pero si no estamos por aplicar este pesticida en un huerto y hablamos de plantas ornamentales, creo que podemos usar cualquiera.
Como pesticida y fungicida natural, el ajo puede prepararse de dos maneras, como infusión de ajo y como macerado de ajo. Dos preparados que utilizaremos de forma diferente en función del parásito u hongo a combatir.
Infusión de ajo sin diluir – Plaguicida natural contra ácaros y pulgones
La infusión de ajo o decocción es la más utilizada sobre todo para repeler los ácaros y los pulgones. Hay dos recetas que podemos usar, en función, sobre todo, del tiempo que dispongamos 😉
- La primera se prepara machacando 75 gramos de ajo y dejándolo en infusión en 10 litros de agua caliente durante 5 horas.
- Otra alternativa es usar 40 o 50 gramos de ajo machacado por cada litro de agua, y mantener esto en ebullición durante 10-15 minutos, pasado este tiempo, la decocción está lista.
Solo nos resta filtrarla y colocarla en un pulverizador.
También se puede mezclar el ajo con los bulbos de cebolla al cocinar, otra planta que repele eficazmente a los insectos.
Como usar la infusión de ajo para plantas
La infusión de ajo obtenida se pulveriza sobre las planta, como medida preventiva, sin diluir a intervalos regulares (cada 2-3 semanas), antes de que surja la infestación, el propósito es ahuyentar a los insectos.
Funciona mejor cuando las temperaturas no son demasiado altas: de marzo a junio (primavera) y luego en septiembre, octubre y noviembre (otoño).
En su uso para tratar enfermedades bacterianas, el tratamiento debe repetirse al cabo de unos 3 días.
En la infusión de ajo el efecto repelente se debe, entre otras cosas, a la alicina, que se libera con sus propiedades antibióticas naturales.
Macerado de ajo diluido en 10 litros de agua como fungicida natural
El macerado de ajo (también puedes conocerlo como purín de ajo) se prepara con:
- 500 gr. de ajo picado en 10 litros de agua,
- Se deja macerar en un recipiente, preferiblemente de terracota, durante 24/48 horas.
El macerado obtenido se utiliza diluido nuevamente en otros 10 litros de agua y se pulveriza sobre la tierra de cultivo de las plantas para prevenir enfermedades criptogámicas fúngicas, como el mildiu.
Por supuesto, al ser rociado en el suelo, el macerado de ajo también tendrá una función antiparasitaria, actuando como repelente de todos los insectos dañinos que atacan a las plantas desde el suelo.
Es aconsejable distribuir el macerado de ajo en el suelo a intervalos regulares de una semana, especialmente en los periodos más favorables para la aparición de la patología fúngica, por ejemplo en condiciones climáticas poco favorables con alternancia de lluvia y calor.
En uno de los artículos anteriores hemos visto los usos y la preparación del purín de ortiga, otro remedio natural en defensa de nuestra huerta. Para una acción preventiva se sugiere un uso conjunto y alternado tanto del macerado de ajo como de la infusión de ajo, para tener una defensa biológica más efectiva y persistente.
CONSEJO FINAL: Cuando usamos este tipo de preparados caseros, orgánicos y naturales, lo importante es la constancia, es decir, debemos repetir los tratamientos como se indica, de lo contrario, la efectividad se puede ver comprometida.
