En las épocas actuales, no puedo dejar de recomendarte, sobre todo si tienes algo de espacio, que consideres recolectar el agua de lluvia y utilizarla como recurso, no solo para el riego, sino para muchos usos más.
El agua de lluvia se puede recoger de los techos de las casas, invernaderos y otras estructuras de jardín siempre que tengan una canaleta y una tubería de drenaje.
Ese es el primer y más importante requisito a la hora de recolectar el agua de lluvia. Si tus techos aún no tienen canaletas y quieres comenzar a reciclar el agua de lluvia, puedes buscar más información al respecto sobre cómo realizar una instalación de canalones en Madrid o en cualquier ciudad en la que te encuentres.
Ventajas de recolectar el agua de lluvia
La recuperación del agua de lluvia ofrece ventajas y posibles usos que no deben ser subestimados, pero, además, el ahorro en la factura mensual estará garantizado.
Honestamente el agua de lluvia filtrada es apta para todo lo que no implique beberla (recuerda que a pesar de filtrarla no es potable), veamos:
- Regar nuestro jardín y el huerto, con un agua libre de cloro y a temperatura ambiente
- Preparar macerados vegetales útiles para el huerto orgánico, como el macerado de ortiga y también insecticidas caseros, como la clásica agua con jabón blanco.
- Limpiar la casa, lavar platos a mano, trapear los pisos y hasta lavar el auto
- Llenar el depósito del wáter
- Ducharte, cepillarte los dientes, bañar a tu mascota.
En cuanto a las ventajas, una de las principales que encuentro es que dispondremos de un agua SIN CLORO y SIN CAL, cosa que sin duda tanto nuestras plantas como el resto de las cosas en donde la utilicemos, agradecerán.
Otra ventaja igual de importante que la anterior, es el ahorro de agua potable, que en definitiva es la única que podemos beber. Además, en épocas de sequía, donde los municipios suelen regular aún más el uso del agua, disponer de un suministro de agua propia te dará muchos beneficios, tanto a ti como a tus plantas.
Solo tendremos que tener cuidado de que estos recipientes no se conviertan en un vivero de mosquitos. Para protegerlos, se puede usar una red de malla fina o una tapa para evitar la entrada del insecto adulto. Incluso agregar unas pocas gotas de aceite de neem actuará como repelente de mosquitos y ayudan a desalentarlos.
Como recolectar el agua de lluvia: ¿Qué necesito?
Como dije al comienzo, lo primero y más importante serán canaletas en los bordes de los techos que “dirijan” el agua hacia su destino: un tanque o una cisterna.
Como recipientes de agua, puedes usar los clásicos recipientes de plástico duro, generalmente los de color azul o gris oscuro, son ideales. Obviamente deben ser bastante grandes (100/150 litros). Hoy en día, existen opciones también en terracota o madera.
Este tanque puede estar bajo tierra, pero obviamente una instalación así será mucho más costosa.
Si tienes espacio usualmente colocaremos el o los tanques a una altura determinada justo debajo del desagüe que hayamos planeado para las canaletas. Mientras más alto coloquemos el tanque, más presión de agua tendremos
Si no podemos elevarlo demasiado o si hemos decidido colocarlo bajo tierra, deberemos instalar una bomba de agua que nos permita extraer el agua del tanque sin esfuerzo.
También colocaremos un caño de PVC o un caño flexible que conecte la canaleta con nuestro recipiente contenedor, de este modo, evitamos salpicaduras y dirigimos más eficientemente el flujo del agua.
Una buena idea es filtrar el agua antes de que entre en el tanque o recipiente que usaremos para su almacenamiento, para ello, utilizaremos una rejilla de malla muy fina, que deje pasar el agua pero que no deje pasar residuos, hojas, escombros, etc.
Para poder acceder al agua de lluvia que hemos almacenado, precisaremos un grifo. El mismo se coloca en el lateral del recipiente a unos 5 o 7 cm de la base como máximo.
A estas alturas seguramente te estás preguntando: y si llueve demasiado, ¿Cómo evito que se rebalse? Pues aquí va la respuesta, tienes dos opciones:
- La primera es simplemente colocar una especie de válvula de desbordamiento, que es ni más ni menos que un caño roscado en la parte superior del tanque, cuando el agua en el recipiente llegue al nivel de la válvula comenzara a salir evitando que se rebalse. A esta válvula puedes conectarle una cañería o manguera para dirigir esa agua hacia otro desagüe.
- La segunda opción, que puede usarse en combinación con la primera, es colocar varios tanques “conectados” de modo que se vaya llenando uno tras otro.
Según como sea tu clima, es decir, cuantos milímetros de lluvia caen al año, podrás decidir cuál opción es más adecuada para ti. Otra variable a tener en cuenta es el tamaño de tu jardín que determina cuánta agua necesitas al año para mantenerlo irrigado.
Para un jardín/huerto de 50 metros cuadrados, es aconsejable tener al menos un tanque de 1,000 litros y un par de contenedores grandes adicionales.