La jardinería es para muchos de nosotros una afición que nos ayuda a desconectar de la realidad, pasar nuestro tiempo de ocio en el jardín es una actividad relajante y sostenible que reduce el estrés y que además nos permite descubrir cómo van creciendo nuestras plantas, las que tratamos con tanto mimo y dedicación.
No obstante, para lograr buenos resultados no basta únicamente con aprender nociones sobre jardinería, sino que es aconsejable dotarse de un buen material, unas buenas herramientas para cuidar el jardin, y llevar a cabo un mantenimiento suficiente.
En este sentido, disponer de unas buenas herramientas y saber elegir las correctas, que sean útiles para todos esos trabajos de jardinería y bricolaje, dos disciplinas que suelen ir de la mano, es esencial.
¿Cuáles son las herramientas de jardín imprescindibles?
Nos decantamos por las tijeras de podar como el principal utensilio para cuidar el jardín porque es la que permite mantener todas las plantas, arbustos e incluso pequeños árboles, ya sean frutales o de carácter ornamental. En el mercado podemos encontrar una amplia variedad de modelos, pero lo más frecuente es acudir a tijeras a una mano y a dos manos.
Las primeras son las más comunes y se denominan así porque para manejarla se aprieta con una sola mano.
Las segundas siguen siendo tijeras de podar, y no cortasetos.
En este caso, las tijeras a dos manos tienen una punta más corta y de forma redondeada. Para su uso son imprescindibles las dos manos y ejercer más fuerza con el pecho. Además, suelen tener mangos extensibles para cortar ramas gruesas a mayor distancia.
Las tijeras cortasetos son parecidas a las tijeras a dos manos, pero con hojas de corte estrechas y alargadas con las que ganar amplitud de corte. Su uso principal es para dar a forma a setos y plantas trepadoras.
Otro elemento imprescindible para cortar es la sierra o serrucho de jardinería, que se usa en ramas de gran grosor donde las tijeras a dos manos resultan insuficientes. Su diseño es similar al de las de carpintería, pero con una diferencia, la hoja de corte es curvada, para adaptarse mejor a la forma redondeada de ramas y troncos.
Existen muchas otras herramientas de corte en jardinería, como el machete, la tajamata o el calabozo, el hacha, la cuña o la guadaña, que se ajustan mejor a unos usos u otros. A su vez, y como podemos observar en BRICOOM, también hay herramientas eléctricas que facilitan mucho la tarea, pero que es imprescindible utilizarlas de manera eficiente. Igualmente, es importante conservar bien todos estos enseres y utensilios de jardinería.
Fuera de las herramientas de corte, un utensilio que ayuda a ganar en limpieza y orden en el jardín es el soplador. Es especialmente útil en espacios de grandes dimensiones que se llenan de hojas y restos de poda. La fuerza del aire soplado ayuda a amontonar en un rincón toda esa materia vegetal que puede ser reciclada para hacer compost. El soplador hace las veces de rastrillo y escoba, pero ahorrando tiempo y esfuerzo.
¿Cómo cuidar las herramientas de jardinería?
Tijeras, cortasetos, calabozo, desbrozadoras, azadas… ya se trate de aparatos eléctricos o manuales, los fabricantes trabajan cada día para ofrecer siempre productos de calidad y duraderos, si bien esto último depende en gran medida del uso que se le dé y el propio mantenimiento.
Las herramientas de jardín y la maquinaria para esta actividad requieren un proceso de mantenimiento básico y suficiente.
En primer lugar debemos disponer de un espacio acondicionado para ello a cubierto, no dejar las herramientas a la intemperie, pues se pueden oxidar y perder eficacia.
En esa estancia debe prevalecer el orden y situar las de utilización más frecuente en una zona más a la mano. Tras el uso de maquinaria y herramienta hay que limpiar estos enseres siempre, para que no queden manchados de tierra, sustancias químicas o astillas de madera que pueden reducir su efectividad.
Igualmente es importante engrasar y afilar todas las herramientas, especialmente las de corte. Aquí entran desde desbrozadoras a cortacésped pasando por sierras y serruchos, las tijeras o el calabozo.
