Las zanahorias no son las verduras más fáciles de cultivar. Cualquiera que afirme lo contrario se engaña a sí mismo.
Las zanahorias germinan lentamente y a menudo de forma muy irregular, sólo producen hermosas raíces en suelos muy buenos, no toleran la más mínima sequía cuando son jóvenes y tienen algunos problemas graves de plagas, especialmente con la mosca de la zanahoria.
Sin embargo, aquí tienes algunos consejos que, si los aplicas con cuidado, pueden darte excelentes resultados con esta hortaliza, que de otro modo sería bastante «temperamental«.
1. Dale pleno sol
¿Realmente esperabas otra cosa? Casi todas las hortalizas necesitan mucho sol: ¡al menos 6-8 horas al día! – y las zanahorias no son una excepción.
2. Prepara bien el suelo para sembrar zanahorias
Un huerto en bancales elevados con buena tierra dará excelentes resultados.
Las zanahorias necesitan un suelo profundo, rico y bien drenado, libre de piedras y residuos.
Los jardines elevados suelen dar los mejores resultados, ya que normalmente se han rellenado con tierra vegetal de buena calidad y sin piedras.
Si estás cultivando «en plena tierra», sería conveniente aflojar la tierra y, al hacerlo, eliminar todas las piedras que puedas, hasta una profundidad de al menos 30 cm. De lo contrario, las raíces tenderán a ser cortas, bifurcadas o deformadas.
Si realizas un cultivo sin labranza (sin voltear la tierra) y te enfrentas a un suelo arcilloso y pesado, al menos utiliza una horquilla de jardín para aflojar la tierra en profundidad y trabajar la materia orgánica (como el compost) para aligerar el suelo. Y repite esta acción cada año, ya que el suelo arcilloso vuelve inevitablemente a sus orígenes con bastante rapidez.
3. Evita el exceso de abono
Sí, a las zanahorias les gusta la tierra bastante rica, pero hay un límite.
Así que puedes aplicar con seguridad un abono orgánico bastante básico, pero evita los abonos con alto contenido en nitrógeno (la primera cifra), así como el estiércol demasiado fresco.
Demasiado nitrógeno dará grandes cimas, pero raíces muy bifurcadas.
4. Si tu suelo es pesado, elige variedades adecuadas
Las zanahorias con raíces redondeadas toleran mejor los suelos pesados.
Las zanahorias con puntas redondeadas en lugar de puntiagudas, como las de tipo Nantes o Chantenay, se comportan mejor en suelos pesados que las de tipo Imperator o Danvers. Si tu suelo es pesado y poco profundo, considera las zanahorias enanas (por ejemplo, las redondas), que son aún más robustas.
Si cultivas en macetas que no tienen al menos 45 cm de profundidad, considera la posibilidad de cultivar zanahorias más cortas.
5. Siembra un poco más tarde
Todos los jardineros sostienen que puedes sembrar las semillas de zanahoria al principio de la temporada, cuando las noches aún son frescas, más o menos cuando el suelo alcanza los 10°C. Y tienen razón: sí, pueden germinar a esas temperaturas, pero… ¿es realmente una buena idea?
Con temperaturas más frías, la germinación será lenta, desigual y a menudo escasa: un 50% o incluso menos. Deberás esperar unas 3 semanas para que aparezcan las plántulas.
Si las siembras alrededor de un mes despues, en torno a la época de la última helada, la germinación será más rápida (en unas 2 semanas) y más uniforme. Y puedes seguir sembrando zanahorias con gran éxito hasta unas 8 semanas antes de las primeras heladas de otoño si quieres, a menudo hasta agosto, y seguirás obteniendo un resultado muy bueno.
6. Riega suavemente y mantén la tierra húmeda
Ajusta el pulverizador para regar con suavidad: no quieres perturbar las semillas o los plantones.
Desde el momento en que se plantan hasta que los plantones empiezan a despuntar, las zanahorias son increíblemente sensibles a la sequía.
Riega a fondo el día antes de la siembra para que la tierra esté húmeda en su totalidad, y después de la siembra, riega suavemente para no perturbar las frágiles semillas.
Mantén la tierra al menos ligeramente húmeda después hasta que las hojas tengan unos 5 cm de altura, ya que no sólo las semillas necesitan humedad para germinar, sino que la tierra seca puede endurecerse y formar una costra que las tiernas plántulas no podrán atravesar. Esto puede significar un riego ligero casi a diario hasta la germinación.
Utilizar una cubierta flotante también puede ayudar a mantener la humedad del suelo (lee el punto 8). O después de la siembra, cubre la hilera con una tabla para reducir la evaporación. Si lo haces, comprueba cada pocos días y retira la tabla cuando las semillas finalmente germinen.
7. Siembra las zanahorias superficial pero densamente
Las semillas de zanahoria son diminutas y dan plántulas demasiado débiles para atravesar la tierra pesada o con costra. Por lo tanto, siembra sólo a unos 5-8 mm de profundidad, de modo que apenas las cubra la tierra. Siembra también densamente, a razón de 1 semilla por centímetro, ya que la germinación nunca es perfecta.
Consejo: Siembra una semilla de rábano aproximadamente cada 30 cm en la hilera de tus zanahorias. El rábano, que brota muy rápidamente, actuará como marcador para que sepas exactamente dónde están tus zanahorias.
Consejo: Siembra una semilla de rábano aproximadamente cada 30 cm en la hilera de tus zanahorias. El rábano, que brota muy rápidamente, actuará como marcador para que sepas exactamente dónde están tus zanahorias.Cuando tengan unos 2,5 cm de altura, puedes ralear las plántulas si crecen demasiado (sí, las zanahorias ralentizadas pueden ser pequeñas, pero son comestibles).
No es necesario dejar mucho espacio entre las plantas: entre 4 y 10 cm es suficiente, reservando el espacio más amplio para las zanahorias más grandes, de temporada tardía.
8. Utiliza una cubierta flotante
Una cubierta flotante facilitará el cultivo de zanahorias de muchas maneras.
En opinión de algunos expertos, éste es el secreto más importante para facilitar el cultivo de zanahorias.
Inmediatamente después de la siembra, cubre la tierra con una manta flotante (tela de cobertura) colocada directamente sobre el suelo y riégalas a través de la tela. Esto ayudará a proteger las frágiles semillas para que no se vean afectadas por la fuerza del agua al regar… y también durante las lluvias fuertes.
Además, el tejido calienta la tierra en primavera, asegurando una mejor germinación.
La cubierta también reduce la evaporación y mantiene el suelo más uniformemente húmedo. Incluso ofrece algunos grados de protección contra las heladas si es necesario. También actúa como barrera contra los insectos y mantiene a raya a la temida mosca de la zanahoria.
Puedes retirar esta cubierta una vez que las plantas estén firmemente establecidas y crezcan vigorosamente.
9. Arranca las malas hierbas a mano cuando aún sean diminutas.
Hay que aprender a reconocer las plántulas de zanahoria, con sus cotiledones finos y sus hojas muy cortadas, para no arrancarlas accidentalmente.
Las zanahorias simplemente no compiten bien, así que no dejes que las malas hierbas se apoderen de ellas.
Retira temporalmente la cubierta flotante para acceder a la hilera, y luego desbroza a mano, si es posible, eliminando cualquier planta pequeña que no sea zanahoria. Si es necesario escardar, hazlo con cuidado: el escardado puede dañar gravemente las frágiles zanahorias jóvenes.
10. Cubre con mantillo cuando las zanahorias estén bien establecidas
Una vez que las hojas hayan crecido hasta 10-15 cm, utiliza un mantillo ligero (hojas trituradas, cáscaras de trigo sarraceno, paja, etc.) para cubrir el suelo alrededor de las plantas hasta 8 cm de altura.
El mantillo mantendrá la tierra más húmeda y fresca, evitará que broten las malas hierbas y cubrirá la copa de la planta para que no esté expuesta al sol (la exposición al sol puede hacer que se vuelva verde, lo que le dará un sabor amargo).
Y eso ha sido todo por ahora. Teniendo en cuenta estos 10 consejos, estarás en camino de cultivar las mejores zanahorias.
