Cómo cultivar hortalizas en macetas colgantes
A los hortelanos modernos y que viven en las grandes urbes, se les presenta constantemente el desafío de encontrar las mejores formas de ahorrar espacio para poder cultivar todo lo que queremos a pesar de no tener varias hectáreas de jardín.
Las hortalizas en macetas colgantes son una gran alternativa para lograr este cometido. Vegetales como alguna variedad de tomates enanos e incluso guisantes, pueden ser cultivados fácilmente en macetas o cestas colgantes. Incluso podemos mezclar hierbas y verduras en un mismo contenedor, solo se trata de hacerlo correctamente.
Tipos de Vegetales para cestas colgantes
Los cultivos rastreros y trepadores, así como los vegetales más pequeños pueden cultivarse perfectamente en contenedores colgantes. Los tomates enanos (como el cherry) son ideales para esta técnica. Otras frutas y vegetales (entre otras) que se adaptan bien a las cestas colgantes son las siguientes:
- Lechugas
- Frutillas (fresas)
- Guisantes y frijoles
- Espinaca
- Berenjenas asiáticas pequeñas
- Zanahorias y remolachas en sus variedades enanas.
- Algunos tipos de pimientos
Siempre recuerda tener en cuenta la exposición a la luz cuando elijas el lugar para tus hortalizas en macetas colgantes.
Los tomates, berenjenas y pimientos necesitan altas temperaturas y niveles de iluminación solar, mientras que las espinacas y las lechugas, pueden adaptarse bien a situaciones de media sombra.
Existen numerosos tipos de vegetales para cestas colgantes que podemos probar. Los mejores a elegir son aquellos que no superan en demasía el tamaño de la maceta o pueden “colgar” en los bordes si exceden el diámetro de la misma.
Las hierbas de crecimiento compacto como el perejil, el tomillo, la menta y hasta el romero, son ideales para las macetas colgantes.
Macetas y sustratos en cestas colgantes de verduras y frutas
Macetas: Incluso los vegetales más pequeños, necesitan un contenedor de al menos 3.7 litros. (1 galón). Existen incluso contenedores diseñados para que las plantas crezcan boca abajo, desafiando la gravedad y evitando que los tallos se lastimen cuando reciban el peso de los frutos maduros. Otras opciones son simplemente estructuras de alambre que se “forran” interiormente con fibra de coco, lo que mejora su peso y además permite sembrar de costado o hacia abajo. Y después, también están las clásicas de plástico e incluso, las que puedas fabricar e improvisar tu mismo para cultivar hortalizas en macetas colgantes.
Sustratos: El suelo o sustrato es una de las condiciones esenciales para poder tener hortalizas en macetas colgantes bien saludables. Una buena receta puede ser una mezcla de turba, vermiculita o perlita y compost, que además pesará menos.
- La turba nos dará una ligera acidez y nos ayudará a conservar la humedad.
- La vermiculita o la perlita, son las encargadas de dar a nuestro sustrato una buena textura, aireación y también ayuda a mejorar el drenaje.
- El compost mejora los nutrientes y la fertilidad del suelo, ayuda a la percolación y mantiene un bajo nivel de malas hierbas.
Los resultados pueden variar, pero la mayoría de las zonas USDA requieren que los semilleros se inicien en interior unas 6 u 8 semanas antes de las últimas heladas. Aunque plantas como las lechugas y espinaca pueden sembrarse directamente en el contenedor. Podemos trasladarlas al exterior, cuando las temperaturas se mantengan en alrededor de unos 18ºC.
Cultivando vegetales en cestas colgantes
Las hortalizas en macetas colgantes necesitan casi los mismos requisitos que cuando las sembramos en tierra. Necesitamos que la maceta tenga muy buen drenaje, una tierra rica en nutrientes, humedad constante, la iluminación correcta y una buena protección contra los vientos. En el caso en particular, por ser colgantes, necesitamos que la cadena o hilos de los que cuelga la maceta, sean tan robustos como para poder sostener el peso no solo de la planta en sí, sino de los frutos que produzca.
Es importante tener en cuenta que las macetas colgantes se secan bastante rápido, especialmente si son cultivos a plenos sol, así que muchas de ellas requerirán que las riegues a diario si es que no colocas un sistema de riego por goteo.
Como con todas las plantas productivas, obtendremos una mejor floración y producción de frutos si las “alimentamos” regularmente. Para las hortalizas en macetas colgantes, un fertilizante líquido, aplicado con el riego, una vez por semana, funcionará muy bien. Otra consideración importante, es que podemos ir moviéndolas para mejorar, sobre todo, sus condiciones lumínicas a medida que avanza la temporada.
Cuando los frutos estén listos, llegará el momento de cosecharlos y además, eliminar los tallos rotos y enfermos que pudiese haber.
Combinando hortalizas y flores
Otra buena idea para optimizar el espacio, es combinar hortalizas en macetas colgantes junto a flores para agregar estilo y color. Hay muchas anuales que gustan del sol e irían muy bien combinadas con verduras, como por ejemplo: geranios, aliso, caléndulas, lobelias y verbenas.
Otras opciones que se adaptan muy bien son por ejemplo plantas como la Rudbeckia, batata dulce o el lamio púrpura u ortiga roja.
Y si tu clima es demasiado caluroso, siempre podrás optar por agregar cactus o suculentas.
Si el contenedor está a media sombra o sombra total, puedes lucir junto a tus hortalizas en macetas colgantes otras bellezas como las fuccias, impatiens, helechos, pensamientos y begonias.
Y eso es todo, ¡vamos! ¡Anímate! Inicia un cultivo en macetas colgantes y veras que la optimización del espacio nunca se acaba.
