Ayudar a una semilla a germinar en un magnífico retoño y luego en una generosa planta es uno de los grandes placeres de la jardinería.
Pero hay algunas etapas complicadas en el camino, empezando por el riego de semilleros. He aquí una mirada a esta fase sensible pero esencial.
Riego de semilleros: cuidado con su fragilidad
Nociones generales sobre los semilleros
Una plántula es una semilla sembrada, en una maceta, en el suelo, en una terrina o en un cubo.
Una vez emergidas, las plántulas -que aún son brotes jóvenes- merecen una atención especial y muestran unas necesidades de agua y luz muy particulares:
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- El exceso de agua puede provocar la asfixia de las raíces y la putrefacción de las semillas y las plántulas, así como el temido y espantoso damping-off (proliferación de hongos)
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- La falta de agua es igualmente perjudicial, ya que no permite que la planta desarrolle un sistema radicular lo suficientemente fuerte y provoca la asfixia por deshidratación.
En cada etapa de la germinación su método de riego
El tipo de riego de semilleros debe cambiar según el estado de germinación de la plántula:
1 – Antes de sembrar las semillas
- Asegúrate de mojar la tierra. De este modo, no será necesario regar durante las primeras 24 horas. Este tiempo de reposo permite a la semilla asentarse en el suelo y aclimatarse a su entorno.
- El color del suelo ayuda a calibrar su necesidad de agua. Si la tierra es de color marrón oscuro, hay suficiente humedad. Si, por el contrario, el suelo forma una fina costra pálida, es el momento de añadir algo de humedad.
2 – Después de las primeras 24 horas
- Es necesario un riego para evitar que la tierra se seque. Con una regadera manzana, humedece ligeramente la tierra de la maceta.
- Es mejor ser moderado en los primeros riegos y corregir el aporte más tarde que ahogar las semillas en los primeros días.
3 – Mientras se espera la germinación
- Es decir, antes de que aparezcan las plántulas, las semillas deben evolucionar en una tierra húmeda y bien drenada. Para ello, pueden ser necesarios de 2 a 3 riegos al día.
- Se requiere precaución y moderación, ya que las semillas están intentando abrirse camino hacia la luz, por lo que es imperativo regar con cuidado y delicadeza para no golpear los brotes jóvenes.
4 – Una vez que las plántulas han salido a la superficie
- Un ligero riego con una regadera de Manzana o con un pulverizador proporcionará la cantidad de agua adecuada a las plántulas.
Qué agua y qué equipo utilizar para el riego de semilleros
¿Qué agua utilizar?
Para regar tus semilleros:
- El agua de lluvia es ideal, ya que contiene todos los elementos esenciales para una buena germinación de las semillas;
- El agua del grifo, siempre que no sea demasiado dura, también es bastante adecuada.
¿Qué equipo de riego usar?
Se pueden utilizar varios equipos para el riego de semilleros:
- La regadera manzana debe utilizarse en los días siguientes a la siembra. Te permite regar con una lluvia fina sin riesgo de ahogar las semillas o dañar las plántulas.
- Se recomienda el vaporizador o pulverizador para asegurar la humedad constante de la tierra. Se trata principalmente de humedad superficial, lo que no excluye un riego más preciso y generoso.
- La Regadera de Boquilla Fina tiene como objetivo regar en la cantidad y el lugar adecuados. Su chorro preciso y estrecho no dañará las hojas de la planta joven.
Regadera de Boquilla Fina
- La manguera de riego se recomienda para superficies grandes, como los huertos. Sin embargo, el riego debe programarse como una lluvia fina y el chorro debe dirigirse en ángulo hacia el suelo. Una pulverización directa y fuerte provocará la asfixia de las semillas y la rotura de las plántulas.
Manguera de riego
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